Los decesos ocurrieron en las últimas tres semanas y mantienen en alerta a los habitantes de la localidad bonaerense, quienes no encuentran explicaciones sobre el peligro que acecha a los animales.

 Adriana Stefanoff, miembro de la Asociación para la Defensa del Animal de Pilar, denunció que todas las mascotas de un vecino aparecieron sin vida luego de un robo que sufrió en su domicilio.

"Ese lunes vino la Policía. El martes llevé a mi hija a la escuela y dejé a mis perros adentro de casa, pero se escaparon por un costado de la reja. Tenía cinco perros y una gata", relató la mujer.

Y agregó: "Una hora después, veo a dos de mis perras, Bernardita y Buchi, de 13 años, hermanas, muertas en la vereda. Y otra, Loli, una perrita que yo había rescatado, de un año y medio, muerta también. A las 5 de la tarde de ese día aparece muerta en el predio de mi vecina mi gata Molly”.

Tras los fallecimientos, son varios los dueños que deciden enterrar a los animales en sus jardines, lo que despertó otra preocupación: la posible contaminación de las napas de agua en caso de haber muerto a causa de un veneno.