El conflicto se intensificó tras una reunión mantenida días atrás en Casa Rosada, cuando un grupo reducido de gobernadores, de distintos espacios políticos, se reunió con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, para solicitar una mayor asistencia financiera ante la caída de la recaudación provincial, que atribuyen a medidas impulsadas por el Gobierno nacional.
En ese encuentro, los mandatarios delegaron en la Nación la definición de qué áreas o tributos se podían modificar para atender el reclamo, sin comprometer el equilibrio fiscal. Posteriormente, casi todas las provincias se reunieron en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), donde recibieron a dos representantes del Ejecutivo: el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, y el secretario de Hacienda, Carlos Guberman. Allí, solo obtuvieron como respuesta la intención de continuar con el diálogo.
Sin embargo, finalizado ese encuentro, los gobernadores emitieron un comunicado anunciando la presentación de un proyecto de ley. La iniciativa propone una redistribución de los recursos mediante la eliminación de fondos fiduciarios, cuya existencia ya fue cuestionada por el presidente Javier Milei, para comenzar a transferir directamente ese dinero a las provincias.
El martes, Guberman recibió a los ministros de Economía provinciales en el Palacio de Hacienda para formalizar una nueva propuesta. Según fuentes cercanas a los presentes, la oferta fue rechazada de plano y generó malestar entre varios mandatarios. El planteo consistía en coparticipar únicamente lo recaudado por el impuesto a los combustibles, sin modificar el régimen de entrega de los ATN. “No hay chances de que acepten eso. Están dando una miseria, estamos hablando de unos 300 millones de pesos, nada más”, manifestó una fuente al tanto de la negociación.
Uno de los puntos más conflictivos fue la condición que planteó Hacienda: eliminar los fondos fiduciarios vinculados a obras públicas solo si las provincias asumen la finalización de esos trabajos. “Ingresos y gastos les transfieren”, fue la queja que surgió entre los representantes provinciales.
Frente a ese escenario, algunos gobernadores evaluaron en conversaciones reservadas aceptar la propuesta y utilizar los fondos para atender urgencias locales, aun si eso implicara no continuar con las obras pendientes. “Con respecto a la discusión sobre los ATN, reconocieron que usan esos fondos de las provincias para otras cosas, por lo que no hicieron una contraoferta”, indicó uno de los mandatarios.
La mayoría de los gobernadores coincidió en la necesidad de impulsar en el Congreso el proyecto de ley que habían anunciado, como una forma de presionar al Poder Ejecutivo y encauzar la resolución del conflicto en el ámbito parlamentario. La iniciativa prevé eliminar todos los fondos fiduciarios que se financian con el impuesto a los combustibles, no solo el destinado a obras públicas, y modificar el esquema de reparto de los ATN.
De ser aprobada, la ley permitiría que las provincias reciban el 58,36% de lo recaudado por ese tributo y establecería el reparto automático de los Aportes del Tesoro.
Mientras tanto, Guillermo Francos no tiene previsto volver a convocar a los gobernadores y dejó la negociación en manos del equipo económico, que aún no logró destrabar el conflicto. En el Congreso, algunos legisladores aguardaban que esta disputa impactara en la agenda parlamentaria, pero por ahora no se prevé una acción coordinada en ese sentido. “No creo que haya una acción homogénea y coordinada de los gobernadores para las sesiones de mañana en Diputados y Senado. Cada uno va a hacer lo que le convenga. Lo de la ley de recursos para las provincias es distinto, eso sí lo van a impulsar”, señaló una fuente cercana a varios de ellos.
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