Un grupo de médicos argentinos viajó este lunes por la noche a Polonia para brindar ayuda humanitaria a refugiados ucranianos, en una misión donde atenderán "problemas físicos, emocionales y traumáticos, asociados a la situación que esta población está padeciendo", dijo Pablo Rozic, médico psiquiatra miembro de la comitiva.
Cuatro médicos argentinos partirán a la ciudad polaca de Premislia, próxima a la frontera con Ucrania, para brindar asistencia humanitaria a refugiados junto con especialistas del Hospital Universitario Médico de Lublin, gracias a un acuerdo suscripto entre el Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas "Norberto Quirno" (Cemic) y el centro médico Hadassah Internacional.
"El convenio nos permite y habilita para participar en esta misión humanitaria, que se inició muy rápidamente por parte de Hadassah" luego de la intervención rusa en Ucrania. "Esa participación significó la apertura de centros de refugiados que en un primer momento eras masivos, en oleadas bastante incontenibles", dijo Rozic, jefe de Psiquiatría del Cemic.
El psiquiatra relató que vivió durante varios años en Israel y participó de "situaciones que tenían la característica de desastres masivos o situaciones masivas de trauma, de ahí viene mi experiencia".
En cuanto al resto del equipo, compuesto por una pediatra y dos médicas de familia, se enfrentarán "por primera vez" a este tipo de situaciones.
"Son médicas con muy buena capacidad de resolución de problemas y muy buen nivel de formación, y por lo tanto estamos muy motivados y entusiasmados de participar de esta misión humanitaria", expresó Rozic.
A su vez, sostuvo el especialista, que el "Cemic tiene una larga trayectoria en participar en este tipo de misiones y acciones humanitarias, ya que la institución hospitalaria también estuvo presente en Cúcuta en la frontera entre Colombia y Venezuela, y en el norte argentino".
De esta forma, en la comitiva de médicos, que viajó este lunes por la noche en un vuelo que organiza el piloto y actor Enrique Piñeyro, señaló que están todos "muy motivados y entusiasmados de participar de esta misión humanitaria".
"Lo que vamos a hacer es continuar con la atención que están brindando los equipos médicos que están en el lugar", sostuvo Rozic, "mayoritariamente son problemas físicos como emocionales y traumáticos, asociados a la situación que esta población (ucraniana) está padeciendo".
Entre estos problemas, detalló, se encuentran las "enfermedades típicas" de las personas que se desplazan de un lugar a otro hasta llegar al centro de acogida de refugiados, lo que implica tratar con "cuestiones infecciosas, emocionales y traumáticas, entre otras".
Además, los profesionales cuentan con la posibilidad de derivar a centros de mayor complejidad "todas aquellos casos de situaciones clínicas que no puedan ser resueltas en un consultorio externo y con una amplia variedad de especialidades médicas", explicó Rozic.
Por su parte, Dana Potin, pediatra que viajará con la delegación de profesionales argentinos, contó que estudió en la Universidad Nacional de Rosario y en el último año eligió la ciudad de Salta para hacer su residencia, donde estuvo en la ciudad de Campo Quijano y trabajó con la población de la comunidad wichi local.
“Salvando las distancias, como experiencia es la primera vez que voy a hacer algo humanitario tan grande", afirmó.
Y agregó que tiene "todas las expectativas. Estoy feliz, contenta y con ganas de aportar, para mí es una gran emoción”, señaló la pediatra, que agregó que este será su primer viaje a Europa.
Está previsto que los médicos permanezcan en la misión -aproximadamente- unos doce días, y que trabajen en turnos rotativos de 12 horas.
"La duración tiene que ver con el cuidado de los que cuidan, esto significa que es una cantidad de tiempo que no daña a quienes asistimos a cuidar", explicó Rozic.
En cuanto a los pacientes que atendrán, el psiquiatra detalló que, en base a las conversaciones con las personas que están en el lugar, la "naturaleza de la demanda está mayoritariamente compuesta por mujeres, niños y adultos mayores, ya que desde que inició la guerra los hombres no pueden salir (de Ucrania) porque están bajo bandera".
En ese sentido, los médicos del Cemic atenderán a "familias que quedaron desmembradas, con gente que quedó bastante a la deriva y que, desde el punto de vista médico, han suspendido tratamientos y consultas", detalló Rozic.
El médico agregó que, a esta situación se le sumará "todo el impacto emocional de este fenomenal proceso de rompimiento, de laceración de las familias y de las personas", que padecen los refugiados.
El psiquiatra explicó que el centro de refugiados se encuentra "más o menos a una hora y media del lugar donde vamos a pernoctar, por lo tanto serán diariamente muchas horas de actividad", concluyó.
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