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“El transporte de cargas argentinas dependen de las flotas de otra nación y eso es absurdo”

Lo expresó Martín Miguel Ayerbe, presidente del Instituto de Política Estratégica Argentino IPEA y conductor del Foro Naval Argentino Hipólito Bouchard donde impulsan un proyecto de ley para promover el financiamiento del sector, a partir de la creación del Fondo para el Desarrollo de la Industria Naval Argentina (FODINA), el cual tendría un financiamiento de 25 mil millones de pesos.

“Es un proyecto complementario a una idea general que significa nacionalizar el comercio exterior, ejercer el dominio del mismo por parte de la nación Argentina a través del instrumento del Estado empresario, en este caso el IAPI del Siglo XXI”. Esto requiere de un acto físico que es el buque, porque es el barco el instrumento físico de realización de ese comercio exterior que es el proyecto ELMA XXI, el cual crea una corporación multimodal de transporte bajo el régimen de la Ley 20.558 de corporaciones del Estado y justamente esa marina mercante se vale de dos instrumentos”, expresó Ayerbe en FM FUEGO.

“Uno es el mercado que es la reserva de cargas donde para la bandera nacional se reserva el 50% de los fletes del comercio exterior tanto importación como exportación, y en cuarto lugar el fondo de desarrollo de industria naval complementa con un régimen de financiamiento que es un gravamen del 2% a todos los fletes internacionales. Eso permitiría fondear con aproximadamente 200 millones de dólares, lo que significa el subsidio de industria naval”, remarcó.

En ese sentido, Ayerbe sostuvo que para tener una independencia económica se necesita nacionalizar el comercio exterior, “Es importante destacar que toda la industria naval esta subsidiada en el mundo de manera directa o indirecta y la Argentina debe hacerlo para poder equipararse con las potencias extranjeras. Esto significa volcar la entera recaudación del fondo al subsidio para establecer el complemento de una cuota de los armadores nacionales y esto nos daría el financiamiento necesario para fabricar entre 5 y 7 buques Panamax por año”.

Dentro de los resultados, detalló, “Saturaríamos toda la capacidad instalada nacional y habría que abrir astilleros a nuestro parecer, en la Patagonia Austral para poder hacer frente a las necesidades de una marina mercante que tiene 175 buques en total. 120 graneleros, 40 petroleros, 15 portacontenedores y 2400 barcazas que es el tamaño máximo a alcanzar en un régimen de 30 años”.

Al ser consultado de cuál es la situación de la Marina Mercante aseveró, “Destruida totalmente, la destruyeron en la década del 90 los que hoy están gobernando el país. Desde el Movimiento de Liberación Nacional impulsamos estos proyectos de ley ya algunas otras cosas más porque es lo que el país debe hacer para equipararse frente a las potencias extranjeras. Si no tenemos marina mercante dependemos de aquellas naciones que si la tienen, entonces el transporte de las cargas argentinas depende de las flotas de otra nación, eso es absurdo. Por eso la predica constante de estos proyectos en el marco del desarrollo de un proyecto de liberación nacional que busca alcanzar el plazo inmediato en el pleno empleo del 100% de los argentinos en condiciones de trabajo real, tiene una base industrial de desarrollo”.

En el desarrollo de la industria naval, también se enmarca la necesidad de unir la isla con el continente por aguas argentinas. “A Tierra del Fuego hay que darle inmediatamente navegación de ultramar según el régimen de la ley 26776 aprobada en 2012, con Fideicomiso asignado en 2015 de 100 millones de dólares y con presupuesto que yo mismo me encargue de ir a buscar con otros compañeros del movimiento, al Astillero Río Santiago, reunidos con su comisión gremial y empresaria. Nos entregaron un presupuesto por 34 millones de dólares cada barco esto significa que los dos barcos son 68 millones de dólares y restaría del fideicomiso de 100 millones unos 32 millones para hacer el avistamiento de las playas”.

Para cerrar, Martin Ayerbe consideró que su ejecución inmediata le aseguran a Tierra del Fuego un protagonismo central en el control geopolítico de la región, “En dos años podemos tener el primer barco construido y navegando, y en el tercer año entregar el segundo, esto nos daría entre Cabo Virgen y Cabo Espíritu Santo una navegación de menos de 40 kilómetros, a realizarse no más de una hora y treinta minutos el cruce por aguas argentinas, y dejar de depender del cruce por Chile. Esto lo tiene que hacer el gobernador de Tierra del Fuego porque esta todo para hacerlo”.

Fondo para el Desarrollo de la Industria Naval Nacional

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