Tras el fallo de la Corte Suprema de Justicia a favor de la autonomía de la Capital Federal en la cuestión de las clases presenciales pese al Decreto de Necesidad y Urgencia firmado el día 15 de abril por el presidente Alberto Fernández, donde se establecía la continuidad de las clases a través de la virtualidad para frenar el avance de la segunda ola de Covid-19, se generaron repercusiones en el Congreso de la Nación.

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner fue una de las primeras en expresar su descontento a través de su cuenta oficial de Twitter “Hoy, la Corte acaba de decidir, en plena pandemia decretada por la OMS, emergencia sanitaria sancionada por el Congreso de la Nación y con más de 65.000 muertos en la Argentina, que el Poder Ejecutivo Nacional no tiene competencias para tomar medidas sanitarias”.

Numerosos referentes del oficialismo señalaron que la decisión "socava" la toma de decisiones sanitarias del Gobierno nacional, mientras que desde la oposición alegan que el fallo sostiene los principios del federalismo.

Por otro lado, el secretario adjunto de la Asociación Docente de la Ciudad de Buenos Aires (Ademys), Jorge Adaro, consideró que "una primera lectura es que efectivamente se ha hecho evidente la subordinación de la Corte Suprema a la política que nosotros seguimos denominando política criminal del gobierno de (Horacio) Rodríguez Larreta en relación a la educación".

La legisladora porteña del Frente de Todos, Claudia Neira, sostuvo "festejan como un gol un fallo que decide sobre el drama que está viviendo el mundo y nuestro país. Los jueces fallan desde el mundo en que viven, muy lejos de la realidad, de la gente, demasiado impunes".

El fallo fue conocido en el contexto de 412 muertes por coronavirus en el país, mientras que el total actual pacientes internados en UTI son 5.389, la ocupación actual camas UTI en el país es de 68,6% y la ocupación actual camas UTI en el AMBA es de 76,5%.