El juicio se lleva a cabo por videoconferencia, a través de la plataforma Zoom, con la fiscal Fabiana León a cargo de la acusación. A lo largo del proceso, se leerán los cargos de los imputados, entre ellos Del Boca, De Vido y otros procesados, incluidos ex funcionarios de la Universidad Nacional de San Martín y del INCA, como Liliana Mazure, expresidenta del organismo.

La acusación se basa en el supuesto uso indebido de más de 25 millones de pesos provenientes del Estado para financiar la producción de Mamá Corazón, creada por Del Boca a través de su productora A Group SRL. En la investigación se señala que los fondos fueron gestionados por el Ministerio de Planificación Federal, bajo la dirección de De Vido, y que se habrían infringido normativas de contrataciones públicas.

Uno de los puntos clave de la acusación es la existencia de "cláusulas arbitrarias" en el contrato, que otorgaban a la productora la exclusividad para la comercialización internacional de la telenovela durante 60 meses, con posibilidad de prórroga, lo que supuestamente habría generado un beneficio económico significativo para la productora.

Del Boca, que se encuentra procesada como “partícipe necesaria”, defendió su participación en el proyecto, asegurando que cumplió con su contrato y que su rol no incluyó la edición ni venta de la telenovela, sino solo su publicidad. “Ya es momento de que se pueda aclarar todo”, destacó la actriz al inicio del juicio.

Por su parte, la acusación sostiene que el propósito de la maniobra era que la telenovela pudiera ser terminada para su comercialización en el extranjero, permitiendo a la productora obtener un beneficio económico considerable con el financiamiento público.