En su exposición, Baracat explicó que el estudio busca visibilizar las distintas realidades de las mujeres en el país y cómo las condiciones sociales determinan su acceso al trabajo y la autonomía económica. “No somos todas iguales, pero a veces cuando se muestran los índices y los resultados, la situación de las mujeres se toma en promedio”, señaló.
La funcionaria de ONU Mujeres subrayó que, según los datos relevados, las diferencias en la maternidad por nivel educativo son muy marcadas. “A los 19 años, el 38% de las mujeres con nivel educativo bajo ya son madres, mientras que solo el 3% de las de nivel educativo alto lo son a esa edad”, precisó.
En esa línea, agregó que estas desigualdades también se reflejan en la participación laboral: “En los hogares de ingresos más bajos hay una brecha de 20 puntos entre hombres y mujeres en el acceso al trabajo, mientras que en los de mayores ingresos esa diferencia baja al 13%”.
Baracat destacó que estos factores deben ser considerados al momento de diseñar políticas públicas y estrategias del sector privado relacionadas con los cuidados. “Es fundamental entender qué pasa con los cuidados para que las empresas también puedan armar sus políticas. No es lo mismo hoy que hace 50 años”, advirtió.
Además, explicó los tres escenarios que propone el estudio: los pisos pegajosos (mujeres con bajo nivel educativo y escasos ingresos), los techos de cristal (mujeres con formación terciaria o universitaria y altos ingresos), y las escaleras rotas (mujeres con educación media y hogares de ingresos intermedios).
“Estos tres escenarios son claves para definir las políticas públicas, porque es muy distinto cuáles son las necesidades de una mujer de los pisos pegajosos, en cuanto a servicios de cuidado, que una de los techos de cristal”, concluyó Baracat, invitando a las y los presentes a acceder a la publicación completa mediante un código QR que compartió al cierre de su presentación.
Comentarios