Alejandro Nogar contó que el robo ocurrió mientras su madre se encontraba fuera de la ciudad y fue la empleada del hogar quien dio aviso al ver la casa completamente revuelta. “Me llamó a las ocho y media de la mañana y me dijo que estaba todo desordenado. Le dije que salga de la casa porque no sabíamos si estaban los malvivientes todavía. Llamamos a la policía antes de entrar y nos encontramos con todo este desastre”, relató.

El robo se cometió en una zona muy visible y transitada de Río Grande, cercana a la Municipalidad y a una agencia de autos. “Hay cámaras por todos lados, casas, negocios, y sin embargo no les importó nada. Parece que no tienen límites”, lamentó.

Sobre lo robado, Nogar hizo hincapié en las armas, “La gran preocupación que tenemos es el tema de seis armas de grueso calibre con aproximadamente 1500 municiones que se llevaron de ahí. Tres de las seis se recuperaron. Todas las armas cortas se recuperaron y las armas largas, que son los fusiles y una Itaca, todavía no las han podido ubicar. Esto genera una preocupación grande tanto de toda la familia como de la policía que caigan en manos de estos delincuentes”.

También se llevaron dinero y algunas joyas. Sobre esto, agregó, “Nos llamaron a la comisaría anteanoche, o sea el mismo día del hecho, tipo once y pico de la noche, para que veamos unas fotos de algunas joyas a simple vista, o sea con una foto de lejos, que bueno, sí era una joya,y vimos ahí que había algo de dinero pero no sabemos cuánto ni nada”.

El raid delictivo no se limitó a la vivienda de la familia Nogar. “También entraron a cinco domicilios ese día, incluyendo la casa de Emilio, de la panadería La Unión, y la sucursal de Andreani. No fue al voleo, hubo planificación. En la casa donde allanaron y encontraron algunas de las cosas, hasta escondieron elementos dentro de las paredes, masillaron y después pintaron encima. No es algo improvisado”, indicó.

En su caso particular, al menos dos personas ingresaron a la casa familiar, dejando huellas que permitieron identificar a los responsables. Uno de ellos ya había estado detenido por otra causa relacionada con una orden de restricción hacia su expareja.

Más allá de los bienes materiales, Nogar expresó la preocupación por la invasión a la intimidad familiar, “Te remueve todo, porque más allá de lo material, había cosas sentimentales de mi papá, como una cadena y un reloj que quería conservar. Ojalá aparezcan”.

El vecino también criticó la impunidad judicial: “Es la misma persona que me entró a robar hace seis años. Ya había estado preso, pero después lo dejaron salir. En esos años, a mí me llamaron para que me presentara en el juzgado y luego me preguntaron si estaba de acuerdo en que saliera, y les dije que no. No puede ser que te consulten eso a vos. Me parece una falta de respeto al trabajo que hace la policía y a las víctimas”.

Finalmente, Alejandro Nogar pidió una reforma del Código Penal y mayor firmeza judicial. “Hay una impunidad tremenda.Estamos cansados de que esto se repita. Ojalá se haga justicia y que los responsables no salgan más, porque no queremos que le pase a nadie más”.