Marina Sánchez Negrete es comerciante de la ciudad de Río Grande y, como muchos vecinos con falta de trabajo, debió rebuscárselas y decidió poner un pequeño puesto de venta de hamburguesas y choripanes en Belgrano y Roldán, lugar donde vende desde noviembre del año pasado. Sin embargo, hoy en día el área de Bromatología del Municipio le está exigiendo que para poder continuar con su actividad debe conseguir un carrito habilitado por el área de Comercio.

“Somos dos madres solteras y un chico que actualmente está desempleado. Estamos trabajando hace varios meses y el 16 de julio se acercó personal del área de Bromatología y nos notificó que nosotros no podíamos seguir trabajando de la manera en la que lo estamos haciendo”, comentó Marina. 

En ese sentido, explicó que “nos solicitaron que nos acerquemos a las oficinas y desde allí nos informaron que la única forma en la que podemos seguir trabajando es con un carro habilitado por Comercio. Nosotros hoy económicamente no damos con la plata para poner el carro y habilitarlo”.

“Nosotros hemos presentado ya dos notas en la Municipalidad y quedaron en comunicarse entre el día de hoy y mañana para poder darnos una respuesta. Lo que les solicitamos es una ayuda económica para acondicionar un carrito o que nos den ellos uno que es lo que nos están pidiendo”, señaló.

Asimismo, Marina aclaró que “actualmente nosotros no estamos en condiciones económicas. Hoy nosotros estamos trabajando con un chulengo y una mesita donde vendemos choripanes y hamburguesas. Nosotros trabajamos bajo lluvia, con viento y con frío; queríamos tener un carro pero se nos dificulta mucho hoy en día tener uno”.

Al ser consultada por los costos de un carro, detalló: “Empezar de cero con un carro está arriba de $90 mil, sólo para la estructura; una chapa nada más ya sale cerca de $5 mil. Después las condiciones para habilitar también son muchas: tengo que tener un matafuegos, una bacha, la estructura interior debe ser de acero inoxidable, etc. Nosotros hoy en día no podemos ni siquiera alquilar un carro”.

Con respecto a su situación actual, Marina comentó: “Nosotros alquilamos, tenemos hijos. También trabajábamos en Ushuaia de la misma manera, pero con esto de la pandemia no pudimos viajar más, por eso decidimos poner acá un puestito”. 

“Ya tenemos nuestra clientela y nunca tuvimos ni una queja, dentro de todo trabajamos con las medidas que necesitamos, con barbijo, guantes, alcohol en gel. Además, los tres tenemos la libreta sanitaria al día, pero bueno lo único que se nos complica hoy es tener un carro que es lo que nos solicitan”, aclaró.

Por otra parte, remarcó que, así como les sucede a ellos, otros vendedores también tuvieron la misma exigencia de Bromatología: “Nosotros también teníamos trabajando a uno de mis hermanos con su mujer en un puestito en Brown y Colón y a ellos también les cayó Bromatología. Así como nosotros, hay mucha gente que está vendiendo en la calle”.

“Esperamos la respuesta del Intendente y sino nos acercaremos nuevamente esta semana”, concluyó Marina.

https://youtu.be/pDSibeRRL-0