Ayer, 8 de marzo, se llevó adelante el paro de mujeres en la ciudad de Río Grande frente a la Torre de Agua.

Desde las distintas agrupaciones feministas se leyó el siguiente discurso: “Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer y 7mo. Paro Internacional de Mujeres Trabajadoras, nos convocamos nuevamente en las calles, unidas y movilizadas en esta lucha inter seccional de mujeres, niñas, originarias, lesbianas, transgénero, travestis y no binaries. Le hacemos paro al capitalismo porque la deuda es con nosotras y nosotres”.

“Elegimos los feminismos como militancia política porque construimos horizontalmente, confiando en la posibilidad de la igualdad de derechos, resistiendo al patriarcado y machismo que nos oprime y explota. Fue, es y será un movimiento clave para la conquista de derechos, por eso exigimos perspectiva de género en el poder judicial y la policía provincial. Es imperiosa la aplicación real y efectiva de la Ley Micaela, consideramos inaceptable que se crean que con un curso virtual es suficiente para las intervenciones que necesitamos. Por eso es sumamente necesario destinar recursos económicos con un presupuesto con perspectiva de género y sobre todo recursos humanos que garanticen las capacitaciones a las y los agentes públicos. Trabajen en este tema con responsabilidad, exigimos reforma judicial transfeminista ya”.

“Río Grande es testigo de cómo avanza la violencia habitaría, esa que ejercen los progenitores hacia hijas e hijos con el fin de causar dolor a la madre. Las revinculaciones forzadas de las infancias son violencia”, agregaron.

“Este 8 de marzo nos encuentra a las mujeres y disidencias sufriendo como parte del pueblo la alta inflación, los bajos salarios, jubilaciones y planes sociales por debajo de la línea de indigencia. Estamos en un inicio de clases amargo, porque comprar guardapolvos, zapatillas y útiles escolares es prácticamente imposible para muchas de nosotros. Paramos y nos movilizamos contra el ajuste que impone el acuerdo contra el FMI y la derecha reaccionaria que quiere llevarse puesto todo lo que hemos conquistado las mujeres. También para que cierren las causas judiciales contra las luchadoras sociales, sindicales y políticas, decimos no a la criminalización de la protesta”.

“Insistimos en que la base del abuso es la precarización laboral y los primeros responsables son el Estado nacional, provincial, municipal y las empresas privadas”, añadieron.

“El transfeminismo popular, antipatriarcal, antirracista, antibilogicista, anticapitalista, anticlerical, antiimperialista, transversal, seguirá fortaleciendo las acciones en cada territorio, en cada comunidad, barrio, fábricas, casas, hospitales, calles, campo, universidades, sindicato y cada conflicto hasta que el mundo sea el que soñamos. Celebramos que el feminismo es revolución y con más fuerza que nunca volvemos a estar juntes, vivas, libres y desendeudadas nos queremos”, finalizaron.