Esteban Castillo fue arrestado tras recibir denuncias de la familia de la menor, que afirmaron que él ofrecía dinero y realizaba pagos a la niña a cambio de imágenes sexuales, contactándola de manera constante a través de redes sociales.
Durante un allanamiento en su domicilio, se incautó su equipo informático, y se lo detuvo por “riesgo procesal” debido a la desaparición de un CPU.
A finales de año, la defensa de Castillo y la fiscalía de Género acordaron un proceso de omisión de debate, donde la fiscalía solicitó una pena de 3 años de prisión. El Tribunal aceptó este pedido pero impuso la condena en suspenso, lo que permitió a Castillo recuperar su libertad el 12 de diciembre.
Entre las medidas cautelares impuestas, se destaca la prohibición de cualquier contacto o acercamiento con la víctima y su familia. La decisión se fundamentó en que Castillo no tenía antecedentes penales y el delito por el que fue acusado tiene un máximo de condena de 4 años.
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