Actualmente, Lula permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos, donde su estado de salud es monitoreado de cerca. Según el parte médico, el mandatario comenzó a sentir dolores de cabeza persistentes que lo llevaron a realizarse una resonancia magnética, la cual confirmó la gravedad de su condición.
El incidente obligó al presidente a cancelar su participación en la cumbre del bloque BRICS en Kazán, Rusia. Sin embargo, días antes de la cirugía, Lula asistió a la cumbre del Mercosur en Montevideo, Uruguay, pese a los síntomas que ya presentaba. Su traslado a San Pablo para la intervención fue descrito como una "operación de guerra" por su equipo de asesores, dada la complejidad de la situación.
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