Las protestas en Irán por la muerte de Mahsa Amini dejaron ya 31 muertos, de acuerdo a la ONG Derechos Humanos de Irán (IHR), con sede en Oslo, al tiempo que generaron inquietud en el poder iraní llevando a la Guardia Revolucionaria a pedir a la justicia que persiga a "quienes difunden noticias y rumores falsos" sobre ese hecho.
"El pueblo de Irán ha salido a las calles para lograr sus derechos fundamentales y su dignidad humana y el gobierno está respondiendo a su protesta pacífica con balas", dijo su director Mahmood Amiry-Moghaddam en un comunicado, en el que publicó un número total de muertos tras seis días de protesta.
Manifestantes en Teherán y otras ciudades incendiaron comisarías y vehículos a primera hora del jueves, mientras la indignación pública por la muerte no daba señales de remitir, con informes de ataques a las fuerzas de seguridad.
Mahsa Amini, de 22 años, murió la semana pasada tras ser arrestada en Teherán por llevar un "atuendo inadecuado". Entró en coma mientras estaba detenida, y las autoridades han dicho que van a iniciar una investigación sobre la causa de su deceso.
En el noreste de Irna, los manifestantes gritaban "moriremos, moriremos, pero recuperaremos Irán", cerca de una comisaría de policía a la que prendieron fuego, mostró un video publicado en la cuenta de Twitter 1500tasvir. La cuenta se centra en las protestas en Irán y tiene unos 100.000 seguidores.
La Guardia Revolucionaria de Irán pide mano dura
"Hemos pedido a la judicatura que identifique a los que difunden noticias y rumores falsos en las redes sociales y en la calle y que ponen en peligro la seguridad psicológica de la sociedad, y que se ocupe de ellos con decisión", reclamó la poderosa Guardia Revolucionaria, que ha reprimido las protestas en el pasado.
"La voluntad del pueblo iraní es ésta: no perdonar a los criminales", decía un editorial del influyente periódico de línea dura Kayhan. Hay protestas progubernamentales previstas para el viernes, según medios de comunicación iraníes.
Las protestas por la muerte de Amini son las mayores en Irán desde 2019. Se han concentrado en el noroeste de Irán, de población kurda, pero se han extendido a Teherán y a al menos 50 ciudades y pueblos de todo el país, y la policía ha utilizado la fuerza para dispersar a los manifestantes.
Un miembro de una organización paramilitar progubernamental iraní, los Basij, fue apuñalado hasta la muerte en la ciudad nororiental de Mashhad el miércoles, informaron el jueves dos agencias de noticias semioficiales.
Los informes de las agencias de noticias Tasnim y Fars sobre el apuñalamiento aparecieron en Telegram, ya que sus dos sitios web no funcionaban el jueves. No hubo confirmación oficial de la muerte.
Tasnim también dijo que otro miembro del Basij fue asesinado el miércoles en la ciudad de Qazvin como resultado de una herida de bala infligida por "alborotadores y pandillas".
Nour news, un medio de comunicación afiliado a un alto organismo de seguridad, compartió un video de un oficial del ejército confirmando la muerte de un soldado en los disturbios, lo que eleva a cinco el número total de miembros de las fuerzas de seguridad fallecidos en las protestas.
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