Tras la invasión de Rusia a Ucrania que desató un conflicto armado en Europa, en la ciudad de Carlos Paz, los dueños de un conocido restaurante dejaron de vender la ensalada rusa como señal de protesta contra la guerra.

Al igual que ocurrió en algunos establecimientos de Córdoba, Federico Resto Bar decidió suspender momentáneamente este plato en repudio al accionar del Kremlin.

Este martes apareció un cartel que informaba a los clientes de la decisión, cuando se cumple el sexto día del ataque lanzado contra varias ciudades ucranianas.

La medida también se tomó en solidaridad con los ciudadanos de Ucrania que viven horas dramáticas. Ésta se suma a la Heladería cordobesa que dejó de vender crema rusa.

Un cartel en una franquicia de la cadena de heladerías Caseratto, ubicada en la ciudad de Córdoba, se volvió viral ya que el dueño del local la decidió eliminar "momentáneamente" del listado de sabores.

“Disculpe las molestias, se encuentra suspendida momentáneamente la venta del sabor crema rusa. Muchas gracias”, dice el cartel colgado en la vidriera de la heladería ubicada en Roque Funes y Rafael Núñez, del barrio Cerro Las Rosas de la capital cordobesa.

El propietario del local, José Lutri, habló con a la emisora radal LV3 donde manifestó: “La decisión es netamente personal. Soy un humano más que habita en este mundo y me parece una injusticia que unos pocos decidan sobre la vida del resto”.

"Es un granito de arena para aportar en rechazo a lo que está haciendo Rusia en este momento”, aseguró y contó que los clientes apoyaron esta particular iniciativa.

¿Cuál es el origen de la ensalada rusa?

La teoría que le otorga a Rusia el origen se basa en la figura poco rusa de Lucien Olivier, un cocinero belga de origen francés, que se hizo famoso en Moscú gracias a dispensar una ensalada en el restaurante -El Hermitage- que abrió en torno a 1860.

La sociedad zarista enseguida recibió con los brazos abiertos las propuestas culinarias de Olivier, entre ellas la ensalada que adoptó su nombre.

Con el paso del tiempo, sobre todo tras la muerte de Olivier y la llegada de la Revolución Rusa, la receta se democratizó, es decir, se despojó de todo tipo de ingrediente ostentoso y se volvió más terrenal con pollo, jamón cocido, papas, zanahoria, arvejas y huevos cocidos, además de la mayonesa.

La versión argentina la trajeron los alemanes del Volga que llegaron al país en el siglo XIX.