“La UTA adhiere a la medida, pero no puede parar porque está en conciliación obligatoria”, explicaron desde el sindicato, en referencia a la resolución que los obliga a mantener las negociaciones abiertas y evitar medidas de fuerza. Desde el Gobierno también advirtieron que, de no acatar esa disposición, podrían aplicarse sanciones al gremio.
Sin embargo, se abrió la posibilidad de una variante intermedia: algunos sectores plantean que la conciliación obligatoria solo es válida para las actividades en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), por lo que la UTA podría no parar en esa región, pero sí adherir a la huelga en el interior del país. Hasta el momento, el gremio no instrumentó esta alternativa.
Mientras tanto, el resto de los sindicatos agrupados en la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) ratificó su adhesión al paro nacional y a la movilización prevista para este miércoles frente al Congreso, en apoyo a los jubilados. La decisión fue tomada durante una reunión encabezada por Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), donde se definieron los detalles de la protesta.
La CATT representa a los gremios del transporte ferroviario, marítimo, portuario, subterráneo, aeronáutico y automotor de cargas y pasajeros, y su participación será clave para la contundencia de la medida.
La CGT, por su parte, ofrecerá una conferencia de prensa este martes a las 15 horas en su sede de la calle Azopardo para brindar detalles sobre el paro y presentar un documento con los reclamos. En ese encuentro no estarán presentes algunos sectores dialoguistas de la central obrera, como Gerardo Martínez (UOCRA) y dirigentes de Comercio (FAECYS), lo que pone en evidencia las divisiones internas frente a la política del gobierno de Javier Milei.
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