Francisco Cárdenas es uno de los pibitos de 17 años que en los últimos meses irrumpieron en el automovilismo provincial con buen suceso. Es el hijo menor de Ramón ´Gringo´Cárdenas, ex piloto del TC Fueguino y hermano de Facundo Cárdenas, quien supo ser protagonista principal en motos. Por lo tanto proviene de una familia netamente del deporte motor.

Francisco junto a su papá estuvieron en el programa FUEGO MOTOR. Fue su papá el que nos contó como fue para él la aparición de Francisco en el automovilismo: “Lo de Francisco fue una sorpresa para nosotros, igual maneja de chiquito, siempre acompañó. Ellos son de acompañar mucho las carreras, de mirar, de analizar, Facundo (su hijo mayor) es así y Francisco sigue la línea de su hermano, ellos van viendo, hablando, analizando. Es más, Facu desde Buenos Aires con el teléfono le da indicaciones como de ´guardalo´, ´ya está el tiempo´, ´la curva tomala así´, es porque mira muchos videos, analizan mucho las carreras.

El apoyo de la mamá de Francisco es fundamental para que se haya iniciado en la actividad, sin embargo, el ´Gringo´ Cárdenas comentó: “Una vez Facu se cayó de la moto y se partió el casco, no era malo, pero no era de lo mejor. A partir de ahí, la madre le dijo, de acá en adelante, en seguridad lo mejor”.

También destacó la influencia del karting en el presente de nuestro automovilismo, aunque no es el caso de su hijo: “La mayoría de los que corren con Francisco en la categoría vienen del karting y han sido campeones, Falcone, Arralde, Garro, Pavlov, es indudable que los chicos aprenden muchísimo. No es el caso de Francisco que nunca corrió en karting ni motos hasta que se subió al auto”.

Por su parte, el jóven piloto comenzó contando como se dio de empezar a correr: “Yo tenía mi auto de calle y le dije a mi papá que íbamos a correr. Piper Santana me regaló un auto dado de baja para que lo arme de rally. Y la verdad es que lo empecé a usar de calle, empecé a cambiarlo hasta llegar a un VW Gol Trend 2010. Mi hermano cuando tenía 9 años me enseñó a manejar, me sacaba a escondidas y manejaba Le pregunté a mi mamá si podía correr y me dijo que no, pero le insistí tanto hasta que me dijo que sí, con la única condición que estudie. Así que publiqué que vendía el auto, mi abuelo me preguntó porque lo vendía y le dije porque quería correr, se sorprendió, pero sabía que iba a tener que volver al autódromo. (NR: su abuelo es Fidencio Valdéz, durante muchos años preparó autos del TC Fueguino). Y así fue, en mi primera carrera estaba firme en el box, hacía muchos años que no iba al autódromo, desde las 8 de la mañana estaba firme”. “Cuando busco un auto para correr, -continuó diciendo Francisco-, era uno de rally, pero los precios eran muy altos para la plata que tenía, pensamos en armar un Celta, vimos que no tenemos la logística para cada carrera, hasta que vimos el auto que tengo en Facebook, era del flaco Nelson, le preguntamos a Adrián Fernandino como estaba y nos dio el ok, así que lo compramos, porque enseguida pude vender mi auto de calle”. Respecto del progreso que ha tenido desde su primera carrera, el joven piloto expresó: “creo que fue de la mano con lo que fuimos mejorando en el auto, fueron importantes las pruebas, me dieron más confianza. De todas maneras estoy en una etapa de aprendizaje, por eso en la carrera del sábado de la última fecha, cuando Elías (Battini) se va afuera, espero a que vuelva porque creí que era una buena oportunidad de seguir al campeón de la categoría, va muy fuerte, vi sus radios, aprendí, vi que hace y que no, que hago mal, por eso para mí poder haberlo seguido bien de cerca fue muy bueno, hasta aquí, fue mi mejor carrera. Sobre los circuitos en los que ha corrido, Francisco Cárdenas dijo: “En Tolhuin me ha ido bien y en Río Grande, en el corto también, por ahora el tema es el circuito largo, pero corrí una sola carrera ahí y fue la primera”. El 2022 será su primer año de temporada completa y así se prepara el más chico de los Cárdenas: “Vamos a seguir aprendiendo, todavía me falta, no conozco bien los circuitos, tenemos que seguir trabajando en el auto, pero con la expectativa de hacer bien las cosas”.