El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó este jueves un cese del fuego en Ucrania entre el 6 y 7 de enero, después del pedido del patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa Kirill a que suspenda las operaciones militares para la Navidad ortodoxa. Sin embargo, desde Ucrania calificaron la medida como "hipócrita" y continúan con los bombardeos.
"Teniendo en cuenta el llamado de su santidad el patriarca Kirill, instruí al ministro de Defensa que ordene un régimen de cese el fuego en toda la línea de contacto entre los bandos en Ucrania a partir de las 12H00 (09H00 GMT) del 6 de enero de este año hasta las 24H00 (21H00 GMT) del 7 de enero", anunció el Kremlin en un comunicado oficial.
Sin embargo, un asesor de la presidencia ucraniana, Mijaílo Podoliak, calificó el acto como una hipocresía: "Rusia debe abandonar los territorios ocupados, solo entonces habrá una 'tregua temporal'. Guárdense su hipocresía", escribió en Twitter.
A pesar del cese al fuego, Kiev continúa con bombardeos
Ucrania realizó tres intentos de disparos de artillería en el área de Donetsk luego de la entrada en vigor del cese del fuego unilateral declarado por el presidente ruso, Vladimir Putin, con motivo de la Navidad ortodoxa.
Los bombardeos se realizaron con proyectiles de 155 milímetros de los arsenales de la OTAN, especificó en Telegram la autoproclamada República Popular de Donetsk, uno de los territorios ucranianos anexados ilegalmente por Rusia.
La navidad ortodoxa, el principal motivo por el cual Putín frenó los ataques entre este viernes y sábado, es una festividad religiosa peculiar que difiere en la fecha de celebración del nacimiento de Jesús por parte de la Iglesia Católica. Después de la caída de la URSS, la navidad volvió a la vida de la forma ortodoxa, la cual acostumbra a celebrar a partir del 6 de enero en toda Rusia.