Una central nuclear del sur de Ucrania ocupada por tropas rusas quedó sin suministro eléctrico externo durante horas por segunda vez en pocos días debido a un bombardeo, lo que vuelve a evidenciar los peligros de un desastre radiactivo, informaron el Gobierno ucraniano y el jefe de los inspectores nucleares de la ONU, el argentino Rafael Grossi.
El nuevo incidente "refleja cuán precaria es la situación", dijo Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), en su cuenta de Twitter, un día después de reunirse con el presidente ruso, Vladimir Putin, para discutir la situación en torno a la planta.
La central nuclear de Zaporiyia, en poder del Ejército ruso desde mazo pasado, está en el centro de temores internacionales de que las hostilidades que se libran en sus proximidades provoquen un accidente atómico catastrófico, con una fuga radiactiva con posibles consecuencias para toda Europa, según han alertado expertos.
El organismo de control nuclear de la ONU ha advertido que el desastre podría ocurrir tanto como resultado de un impacto directo que haga explotar alguno de sus reactores como de un ataque que impida que les llegue la electricidad necesaria para que no se recalienten hasta el punto de una fusión que pueda causar una fuga radiactiva.
Desde julio, Rusia acusa a Ucrania de atacar con misiles y cohetes la central de Zaporiyia, una de las cuatro provincias ucranianas donde el Ejército ruso ocupa territorios que se anexó el mes pasado. Ucrania niega las acusaciones y afirma que es Rusia la que bombardea la central que ella misma ocupa.
El ente que opera las centrales nucleares de Ucrania, Energoatom, dijo que "lanzamientos de misiles por parte de tropas rusas" habían dañado una subestación eléctrica y causado la desconexión de la única línea de electricidad externa que alimentaba la central, que es la más grande de Europa.
Energoatom dijo que generadores diésel estaban abasteciendo a la planta, pero que tropas rusas bloquearon un convoy que transportaba combustible adicional para el equipo de respaldo, informaron.
“Los bombardeos rusos y los daños a la infraestructura energética asociados con el funcionamiento de las centrales nucleares son la misma manifestación de terrorismo nuclear que el bombardeo directo de la (planta de Zaporiyia) y también podría conducir a las mismas consecuencias y amenazas de accidentes por radiación", informó la compañía.
Los seis reactores de la central se detuvieron meses atrás debido a la guerra. Pero aún requieren electricidad para evitar el sobrecalentamiento del combustible nuclear en su interior y evitar un posible accidente.
Horas después del comunicado de Energoatom, las autoridades prorrusas de la porción de Zaporiyia anexada por Rusia dijeron que el "apagón" había sido provocado por un misil lanzado por fuerzas ucranianas y que el suministro eléctrico se había reanudado gracias a los generadores diésel, una hora después de que estos arrancaran.
"Por ahora la central no corre peligro, funciona, aunque está en modo de parada fría, es decir, no da electricidad a la red, pero funciona para satisfacer sus necesidades. Para ello dispone de los medios necesarios: generadores diésel, combustible, personal", dijo el líder prorruso de Zaporiyia, el ucraniano Yevgueni Balitski.
En su tuit, Grossi reiteró su exhortación a crear un perímetro de protección en torno a la planta libre de combates.
"He sido informado por nuestro equipo en el terreno que el suministro eléctrico externo para la planta de Zaporiyia. El Operador de la planta dice que el apagón de esta mañana fue causado por un bombardeo que dañó una subestación eléctrica lejana, lo que refleja cuán precaria es la situación", escribió Grossi.
"Necesitamos una zona de protección lo más pronto posible", agregó el jefe de los inspectores nucleares de la ONU.