Este jueves 16 de febrero las calles de las principales ciudades de Francia volvieron a ser escenario de protestas contra la reforma jubilatoria impulsada por el Gobierno de Macron que incluye el aumento de la edad para acceder al beneficio previsional.
Desde hace semanas los franceses realizan hasta dos movilizaciones o huelgas por semana de trabajadores y estudiantes motorizadas por distintos sectores y sindicatos. Sin embargo, hasta ahora no ha habido una coordinación que permita convocar a una huelga general por tiempo indeterminado que pueda derrotar la reforma del Gobierno. La fecha del 7 de marzo suena como una posible jornada de inicio de una huelga coordinada que podría cambiar la relación de fuerzas con el Gobierno.
El paro de hoy se siente con movilizaciones en todo el país, incluidos muchos pueblos pequeños, trae mayores consecuencias en el transporte aéreo, con un 30 % de vuelos cancelados en el aeropuerto parisino de Orly (un 20 % en las protestas anteriores).
Además, se ha cancelado la quinta parte de los vuelos en los aeropuertos de Toulouse, Marsella, Lyon, Montpellier y Nantes.
Las imágenes de Rennes muestran que diversos sectores se están movilizando en la jornada de este jueves. En Brest se han movilizado unas 8000 personas.
A diferencia de otras luchas anteriores la actual "batalla de las pensiones" llega a todos los rincones de Francia y moviliza a pueblos enteros.
En el caso de Moutiers, un pueblo de solo 3.000 habitantes, este jueves se movilizaron al menos 1.000 personas, es decir un tercio de la población total, al pie de las estaciones de esquí del valle de Tarentaise en Saboya.
En París se realizó un fuerte operativo policial desde temprano y las fuerzas represivas rodearon la sede universitaria de Tolbiac con el objetivo de evacuar a los estudiantes que se encuentran ocupando el campus desde ayer, tras la votación en una asamblea general que reunió a 350 personas.
En Marsella, varios miles de personas se manifiestaron este jueves. Allí tiene gran presencia la columna de los trabajadores de la CGT Energía, que han venido realizando las operaciones conocidas con el nombre de "Robin Hood", reconectando a usuarios de bajos recursos que no pueden pagar la factura de luz.
En Calais, unos 3.000 manifestantes marcharon contra la reforma de las pensiones. Trabajadores ferroviarios, estibadores, especialistas en energía, maestros, cuidadores e incluso trabajadores de fábricas locales respondieron a la convocatoria.
En Toulouse, decenas de miles de personas respondieron a la convocatoria. Para este quinto día de movilización contra la reforma de pensiones, numerosos sectores desfilaron desde Saint Cyprien.