Maribel Achaga, allegada a la artista Niní Bernardello y una de las encargadas de llevar adelante el archivo de su obra, dialogó con FM FUEGO en el marco de la reinauguración del Museo Fueguino de Arte bajo el nombre de la artista e indicó: “Es una emoción enorme, porque se llevó adelante un trabajo largo de mucho tiempo y con mucha gente. Tengo emociones encontradas, por un lado la alegría de hacer este homenaje y, por otro lado, la tristeza de que no esté con nosotros físicamente. Pero sin embargo está ya que el arte tiene la particularidad de la sublimación”.
“Cuando Niní se fue empecé a pensar en hacer algo pero no sabía qué,-continuó diciendo Achaga-, unos amigos me indicaron que empiece con una página, luego me dije que debía llevar adelante el archivo de la obra, convoque unos artistas plásticos que desinteresadamente trabajaron en esto. En el medio surgieron cosas, apareció el director del museo y nos consultó por hacer una muestra y así fue surgiendo. Al último pensé que me tenía que dejar llevar, era un río de posibilidades y se armó todo esto”.
“No me sorprende la trascendencia de Niní, pero concretar esto es una emoción. Hace meses que vivo en un estado de gracia que da el arte, el taller lo había dejado tal cual lo dejó Niní, inclusive las últimas pinturas que estaba haciendo. Llame a Matilde Marín y ella, con una disposición increíble, nos acompañó y estuvo dispuesta a estar con nosotros, no la conocía personalmente pero es un ser muy cálido y fue un placer compartir con ella”, puntualizó.
“Más allá del homenaje creo en lo simbólico, ojalá a partir de esto se genere mucho arte, encuentro, disciplina, técnicas, que el grupo de artistas jóvenes puedan realizar muchas cosas acá”, finalizó diciendo Maribel Achaga.