Fuego Motor

Gonzalo Queirolo, del TC Fueguino al ProCar 4000

Gonzalo Queirolo en poco tiempo se transformó en protagonista del TC Fueguino, aunque todavía no ha podido ganar. En la pasada estuvo más cerca que nunca. Para este 2022, su prioridad pasa por incursionar en el automovilismo nacional, a partir de un proyecto del preparador del motor del Ford del TC Fueguino, Santiago Corroto.
Estuvo en FUEGO MOTOR repasando desde su llegada a Ushuaia desde su Stroeder natal hasta su presente, empezando obviamente por su llegada a Ushuaia: “Llegue a Ushuaia como el 80% de lo que vivimos acá en Tierra del Fuego, vinimos a buscar una mejor calidad de vida, Stroeder es muy lindo, pero hay poco trabajo, nadie se muere de hambre, pero depende de las expectativas de vida que tenga cada uno. Yo quería ser algo mejor de lo que era en Stroeder, no sé si soy mejor, sí tengo más trabajo, conocí más gente, viajé, pude festejarle los cumpleaños de 15 a mis dos hijas y hoy están estudiando en la Universidad. En Tierra del Fuego, despacito, haciendo las cosas bien, se puede progresar. El 80% de lo que tengo me lo dio Ushuaia, por eso la defiendo como lo hago donde puedo. Hace 15 años vine a Ushuaia con un primo, conocí a Mario Bonetto que me ofreció trabajo, así que volví a mi pueblo y le pregunté a mi señora si quería venir, me dijo que sí y acá estamos. Llegué y trabajé dos años con Mario Bonetto. Soy mecánico y ahora me especialicé en la parte de inyección diésel, hago todo lo que es reparación de bombas, inyectores, todo lo que es diésel”.
Gonzalo Queirolo narró su sueño cumplido, el de tener un auto de carrera: “Para el que le gustan los fierros, tener un auto de carrera es un sueño, sea el auto que sea. De chico era fanático de mi amigo el ruso Colombi, que vino a correr acá con mi auto en el TC Fueguino, él corrió a nivel nacional. Acá siempre hablaba con el holandés, Néstor Van den Heuvel, y me hace comprar el Ford que era de Lucas Bottán. Lo fui acomodando para mi gusto hasta tener un auto con el que puedo ir a pelear por el primer lugar. Es obra de Santiago Corroto, siempre el motor lo hice yo, pero me daba cuenta que me faltaba, otra vez aparece el holandés (Van den Heuvel), me dice que el motor me lo tiene que preparar Santiago Corroto, lo llamó y ahí empecé con Santiago.
En el TC Fueguino no pasa desapercibido, pero así fue desde su incorporación, incluso cuando no peleaba por los primeros lugares: “Siempre fui igual, cuando voy a las carreras soy el mismo de todos los días, es la forma de ser de cada uno, trato de hacer las cosas lo mejor que puedo. Es fundamental el acompañamiento que tengo de mi familia, mi señora es muy fanática de Ford, mi suegro corrió en karting en los años 60, vengo de un pueblo como Stroeder que también es muy fierrero”.
“A mí siempre me gustó ir para adelante –continuó diciendo Gonzalo Queirolo-, corro con las mismas ganas desde el primer día, con la diferencia que tengo un poco más de experiencia y mejor auto, entonces puedo hacer mejor las cosas, pero desde el primer día que salgo a ganar, nunca especulé, por eso los errores que cometí, pero de todo se aprende. Creo que uno es arriba del auto lo que es en la vida o muy parecido. Me tengo mucha fe, siempre creí en mí, ahí está la base de lo que soy, no sabía si servía para correr en autos, creía que sí. Tenía una moto 1.400 y la aceleraba a fondo, no se me movía un pelo, por eso me animé también a correr en autos y creo que tan mal no me ha ido”.
Para este 2022, Gonzalo Queirolo tiene un nuevo desafío que se llama ProCar 4000 Clase A: “Es culpa de Santiago Corroto, una vez el Néstor (Van den Heuvel) fue a Buenos Aires y cuando volvió me mostró lo que estaba armando Santiago, de esto hace 10 años, un Ford Falcon. Por otros temas viajé a Buenos Aires, fui al taller de él y le pregunté que era ese auto, me dijo que era un proyecto, pero por ahora estaba parado por el mismo tema de siempre, el dinero. Le propuse armarlo y enseguida dijo que sí. Así empezamos hace dos años, despacio, a medida que se podía se avanzaba. Soy parte del proyecto, ayudo económicamente en lo que puedo para que se termine más rápido, hay mucha gente que nos ayuda, es una categoría de un presupuesto considerable, pero vamos bien. Es una categoría que está creciendo mucho, estuve con el presidente de la categoría, me acerqué al autódromo para hacer la licencia médica, me llevaron a un Centro de Alto Rendimiento y estuve entrenando ahí, nunca me imaginé que se le daba tanta importancia a la parte mental. Estoy entrenando, he bajado 8 kilos, me estoy preparando para encarar este proyecto de la mejor manera posible.
El presidente de la categoría ProCar 4000 está muy contento con mi participación porque se hace más federal, hay un piloto de Misiones y otro de Tierra del Fuego, es un sueño que falta poquito para que se haga realidad”.

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