Erdogan, que pretende renovar su mandato tras dos décadas en el poder, informó hoy que el decreto que fija las elecciones el 14 de mayo se publicará mañana en el Boletín Oficial, reseñó la agencia de noticias AFP.
"Turquía no tiene tiempo que perder ni puede distraerse o malgastar su energía. Queremos hacer del 14 de mayo la fecha que borre el impacto de la destrucción del 6 de febrero", expresó el mandatario, en un intento por justificar la decisión de mantener esa fecha.
Erdogan se enfrentará al candidato designado el lunes por una plataforma de seis partidos opositores, Kemal Kilicdaroglu, líder del socialdemócrata Partido Republicano del Pueblo (CHP).
"El orden del día de nuestra campaña estará centrado en los esfuerzos para curar las heridas y compensar el perjuicio económico y social debidos al terremoto", anunció.
Al ser elegido como el candidato para enfrentar a Erdogan, Kilicdaroglu prometió restablecer "la justicia" en el país: "Todos juntos, asentaremos el poder de la moral y la justicia", dijo el político de 74 años, criticado por algunos por su falta de carisma respecto al presidente.
La popularidad de Erdogan, sin embargo, se resintió últimamente por la crisis económica que atraviesa el país y por la lentitud de los equipos de rescate en las horas posteriores al sismo.
Erdogan, de 69 años, pidió perdón por el retraso en la llegada de los equipos de socorro y, pese a las críticas, hizo de la reconstrucción de las zonas afectadas uno de sus pilares de campaña, con la promesa de construir cerca de medio millón de viviendas "de aquí a un año" conformes a las normas antisísmicas.
Según los sondeos, la presidencial del 14 de mayo se anuncia como la elección más difícil para Erdogan, en el poder desde 2003, el año en que llegó a la cima política como primer ministro.
Erdogan y su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), de raíces islamistas, perdieron ya en 2019 las alcaldías de Estambul y Ankara en beneficio del CHP.
El mes pasado, Erdogan acusó a gobiernos occidentales de influir en su contra para evitar su continuidad en el poder.