Esta iniciativa, expuesta durante una Conferencia Nacional sobre Políticas para Zonas Extremas en Chile, busca reemplazar el actual servicio de barcazas que cubre los 3,7 kilómetros del cruce del estrecho.
El proyecto contempla una inversión inicial de 100 millones de dólares destinada a estudios de factibilidad, con el objetivo de evaluar su viabilidad técnica y económica.