Científicos del CONICET aplicaron con éxito una novedosa técnica de análisis químico en pinturas rupestres que datan de aproximadamente unos 1200 años de antigüedad para conocer su composición material y garantizar la conservación del patrimonio cultural.
Según comentaron los investigadores, el arte prehispánico que lograron analizar fue encontrado en los sitios arqueológicos de Oyola y La Candelaria, ubicados en la sierra de El Alto-Ancasti, provincia de Catamarca.
“Uno de los ejes de nuestro trabajo tiene que ver con conocer los materiales empleados en la confección de las pinturas rupestres a lo largo del tiempo, ya que sabemos que el arte de la sierra de El Alto- Ancasti es el producto de distintos episodios de pintado sucedidos en cientos de años”, comentó Lucas Gheco, investigador del CONICET en el InstIuto Regional de Estudios Socio-Culturales (IRES).
“Estos datos servirán para indagar acerca de la forma de preparación de esas pinturas, si fueron realizadas por el mimo grupo de personas o si eran recetas compartidas y extendidas espacial y temporalmente”, agregó el arqueólogo
Por su parte, al referirse al funcionamiento del innovador equipo, Marcos Tascón, investigador del Consejo en el Instituto de Ingeniería Ambiental (IIIA, CONICET-UNSAM), explicó que el equipo irradia con rayos X una superficie bastante pequeña, aproximadamente un milímetro cuadrado, lo que, normalmente, tiene una mínima penetración que excita electrónicamente a los elementos químicos que se encuentran presentes en la muestra.
“Al generar la excitación de los electrones, los mismos emiten radiación de rayos X en forma de fluorescencia. La energía de la radiación emitida es característica de los elementos presentes en la muestra. Por lo que, al obtener estas señales es posible reconocer los elementos químicos que componen los materiales con los cuales fueron confeccionadas las pinturas”, aseveró Tascon.
“Si bien con el equipo de laboratorio podemos obtener resultados similares, al poder trasladarlo de un lugar a otro podemos hacer los estudios in situ, lo cual aporta una gran ventaja porque podemos diagnosticar el trabajo directamente en el lugar y, de esta forma, realizar más estudios que de otra manera no serían posibles”, concluyó el investigador del CONICET.
Ahora, y con ya más de 300 análisis obtenidos a través de esta innovadora tecnología no invasiva, los científicos prevén trabajar en publicaciones sobre el estudio de los compuestos utilizados y el proceso de producción del arte rupestre en la sierra catamarqueña de El Alto-Ancasti.