El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) certificó esta semana por primera vez la exportación a Chile de cuatro toros de raza destinados a la reproducción, lo que significó un hecho "histórico" para el organismo y la Argentina, en la búsqueda de expandir su genética en distintos mercados del mundo.
La operación incluyó la venta de cuatro bovinos reproductores de razas Hereford y Angus, de avanzada edad, procedentes de una cabaña ubicada en la localidad de Trevelin, provincia de Chubut, con destino a la localidad chilena de Coyhaique.
"Este hecho histórico para nuestro país se basa en las condiciones sanitarias alcanzadas por la República Argentina que propician la expansión de su producción ganadera", destacó el vicepresidente del Senasa, Rodolfo Acerbi.
Destacó que "en este caso en particular, resultó fundamental la coordinación y el diálogo permanente de todos y cada uno de los actores que intervinieron, públicos y privados, para la concreción del envío de genética a Chile", según un comunicado del organismo.
Las gestiones para exportar los toros
Por su parte, la directora de Comercio Exterior Animal del Senasa, Laura Giménez, señaló que "fueron más de tres años de negociaciones sanitarias", desde fines de 2018, con la contraparte del Senasa en Chile, el Servicio Agrícola Ganadero (SAG).
Explicó que las negociaciones versaron sobre el intercambio de requisitos de importación del país importador (normativas internas, procedimientos de control, entre otros), que se los comunica al exportador, y éste evalúa la factibilidad de cumplimiento de esas exigencias sanitarias.
Tras cumplirse ese paso, la integrante del Senasa destacó que "Chile aceptó el modelo de certificado propuesto por la Argentina, reconoció al sistema de control argentino como equivalente al de su país, y esto permitió comenzar con el envío de genética bovina, procedente de la Patagonia", lo que también constituye un hito para el sector productor de esa región.
Previo a la exportación, los animales se mantuvieron en aislamiento cumpliendo con una etapa de cuarentena completándose todas las pruebas diagnósticas exigidas por las autoridades sanitarias chilenas.
"Es la primera exportación a Chile, país donde hay mucha demanda e interés por parte de los productores de adquirir genética argentina; también de los productores de nuestro país de hacer este intercambio de genética a través de reproductores", puntualizó Giménez.
La gestión operativa estuvo a cargo de profesionales de la oficina del Senasa en Esquel, supervisada por la Coordinación de Sanidad Animal del Centro Regional Patagonia Sur, en línea con la Dirección de Comercio Exterior del Senasa, y con la colaboración del Centro Regional Santa Fe y de la Dirección General de Laboratorios y Control Técnico (DGLyCT).
La totalidad de las determinaciones diagnósticas requeridas en el protocolo de exportación consensuado entre ambos países contaron con la supervisión y autorización del Laboratorio del Senasa ubicado en la localidad bonaerense de Martínez.
Según datos de la Secretaría de Agricultura, el monto FOB de la exportación de bovinos reproductores en pie a esos países vecinos rondó entre los US$ 6.693,91 hasta los US$ 124.383,09; dependiendo del peso neto del animal y la cantidad de exportados.