Es porque se afectó sensiblemente la calidad del agua cruda que ingresa a la planta y los procesos de potabilización demoran, provocando la caida de los niveles de cisterna. La DPOSS pidió a la población restringir al máximo el consumo de agua. Los problemas podrían prolongarse por las próximas 48 horas.
La rotura de una castorera en el Arroyo Grande generó dificultades en la operación de la Planta Potabilizadora Nº 3, ubicada en inmediaciones al acceso al Valle de Andorra, afectando la calidad del agua cruda y obligando a trabajar a caudales más bajos de lo habitual para hacer efectivo el proceso de potabilización, lo que generó una caída en los niveles de cisterna. Esto se suma a los problemas suscitados en las últimas horas por el intenso deshielo debido al aumento brusco de la temperatura, lo que viene provocando un inconveniente similar.
La rotura de la castorera también provocó que se inundaran algunos sectores de la Planta 3 y los inconvenientes también terminan afectando a la Planta Nº 2, ya que ésta última recibe agua del establecimiento ubicado en la entrada de Andorra.
Desde la Dirección Provincial de Obras y Servicios Sanitarios (DPOSS) se pidió “la colaboración de todos los usuarios restringiendo al máximo el consumo del agua y haciendo un uso racional del servicio”, hasta tanto se normalice esta situación, la que podría prolongarse "por las próximas 24 a 48 horas".
"En el marco de la discusión por el cambio climático, este es un claro ejemplo -opinó el presidente de la DPOSS, Guillermo Worman-. Intensas precipitaciones, aumento de la temperatura y otras circunstancias climáticas que no venían siendo habituales dan cuenta de una situación que evidentemente va a ir generando cada vez más problemas".
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