En lo que va del año, unas 180 mil personas del Conurbano bonaerense y la Capital Federal se dieron de baja de sus empresas de medicina prepaga, empujados por los aumentos del servicio y la pérdida de poder adquisitivo, según precisaron desde la ONG Defendamos Buenos Aires.
La Encuesta de Actividad Económica de la Salud Privada (EAES) reveló que entre enero y agosto de 2019 se redujo un 12% del total, pasando de un millón y medio de afiliados a 1.320.000, algo que desde la ONG atribuyeron, además de a las actualizaciones de tarifa de estas compañías, al "explosivo cóctel de recesión, inflación, pérdida de empleo, suba del dólar y aumento de alquileres".
"Para darnos una idea de los costos, hoy es prácticamente imposible pagar menos de 45 mil pesos en una obra social de primera línea para una familia tipo, conformada por un matrimonio con dos hijos. Esa suma es más que un sueldo promedio y está bastante lejos de lo que cobran la mayoría de los trabajadores en blanco y en relación de dependencia", graficó Javier Miglino, director de Defendamos Buenos Aires.
El abogado reveló que estos datos coinciden con los que maneja la Superintendencia de Servicios de Salud de la Nación y puntualizó que "en el Conurbano hay 100 mil afiliados menos y los puntos con mayor merma fueron Pilar (28.500), San Isidro (22.200) y Quilmes (18.500)". Mientras que en la Ciudad de Buenos Aires, los barrios donde más se concentraron las 80 mil desafiliaciones "fueron Belgrano (14.550), Barrio Norte (13.100) y Núñez (12.500)".
"El período enero/agosto resultó especialmente devastador por la mezcla de recesión e inflación, más aumentos dictados por el gobierno nacional, amparados por la ley de Medicina Prepaga (26.682), que establece a través de la Superintendencia de Servicios de Salud, que sólo podrá aprobar alzas fundadas en 'variaciones de la estructura de costos de las compañías'", explicó Miglino.
Y detalló: "Obviamente si solo pensamos en luz, gas, agua, alquileres, sueldos del personal, combustible y otros, los aumentos duelen, pero obedecen a una inflación descontrolada que terminará el año por encima del 50%".
Finalmente, el director de la ONG insistió en que "según la información brindada por las distintas cámaras de salud privada, la obra social privada prepaga es un privilegio del que gozan apenas el 10% de todos los asalariados públicos y privados y el escalón de jubilados con mayores ingresos" y alertó: "Esa pérdida del 12% ha traído preocupación a los empresarios de la salud privada, augurando cierres de oficinas y despidos de profesionales".
Consultado sobre este deterioro del padrón de afiliados en las empresas, Gustavo Abeledo, titular de Grupo Aries Salud S.A. afirmó: "Considero que el éxodo de pacientes de las prepagas se produce a partir de la pérdida de poder adquisitivo de los afiliados, quienes deben enfrentarse a la relación costos primarios contra ingresos reales, que la torna cada vez más desfavorable".
"Se erosionaron los servicios de primera necesidad, por lo que resulta imperioso que no se destruyan aún más los valores fundamentales de la salud que afectan a la dignidad de las personas", realzó el empresario.
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