Ciares, hermano del actual Director del Servicio Penitenciario de la Provincia, había sido suspendido de sus funciones al inicio del proceso. Los hechos ocurrieron cuando abusó de dos jóvenes que se encontraban en estado de ebriedad, aprovechándose de su vulnerabilidad.
Durante el proceso, la defensa intentó argumentar que la embriaguez del acusado debía ser considerada como atenuante, pero el Tribunal rechazó esta postura y sostuvo que la ebriedad no exime de responsabilidad penal.
La condena en suspenso impone el cumplimiento de una serie de reglas de conducta, como informar cualquier cambio de domicilio y abstenerse del consumo de sustancias.
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