Mañana vence el congelamiento del impuesto al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC) y el Gobierno analiza por estas horas su actualización por fines recaudatorios, en el marco de la discusión fiscal.
Ante esto, las petroleras analizan en estas horas la magnitud de los incrementos para los próximos meses, basados en otras tres variables: la devaluación del tipo de cambio oficial, el precio del barril Brent y el precio de paridad de importación (es decir, que el valor sea similar al precio de importación del crudo).
Estos cambios, en conjunto, implicarán un aumento en el precio de estos bienes desde el 1ro de febrero, que rondará de mínima entre el 10 y el 15% según los cálculos que manejan en despachos oficiales y el sector privado.
La Ley 27.430 estipula un aumento trimestral del impuesto según el IPC del Indec, pero por distintos decretos del Ejecutivo la actualización se fue posponiendo. Por lo que en este caso, el Gobierno no necesitaría pasar por el Congreso ni firmar ningún decreto para incrementar el impuesto a los combustibles líquidos. De hecho sin firmar una nueva prórroga, a partir del jueves podría darse una actualización.
Sin embargo, la Secretaría de Energía que conduce Eduardo Rodríguez Chirillo espera que se dé gradualmente tras los fuertes incrementos acumulados en los últimos meses. En concreto, se buscaría recomponer el ICL (combustible líquido) en proporción a solo una parte del retraso que redundaría en una suba de entre 3% y 5% dependiendo de la bandera.
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