Desde el Frente de Izquierda continúan denunciando sobre el uso de plaguicidas en el Valle de la provincia para la producción de pollos, como así también de diferentes frutas, lo que genera una amenaza para la salud pública.
En diálogo con ANB, Alhué Gavuzzo, bióloga, trabajadora, delegada del CONICET Bariloche y candidata a Legisladora por el Frente de Izquierda contó que la mayoría de los virus influenza que circulan en aves no son zoonóticos. Sin embargo, “algunas cepas de la influenza aviar altamente patógenas tienen la capacidad de infectar a los seres humanos, representando una amenaza para la salud pública”.
Todas estas enfermedades están ligadas a las “terribles” formas de producción de las grandes empresas. En este sentido, la referente sostuvo que “el gobierno está preocupado por subsidiar a la empresa Pollolin, que con la gripe aviar tiene que sacrificar 200 mil pollos producidos para exportación. Solo están sacrificando miles de toneladas de pollos de corral para volver a producirlos sin la afección, para la exportación”.
“Esta producción es irracional por donde se lo mire. Vivimos un nuevo brote de infecciones de enfermedades que nacen en el centro de una producción capitalista y que puede afectar la vida humana, aunque no por ingesta, sí por contacto directo. El peligro incluso es en muchas casas de familias que tienen aves en los patios, que es otra forma de subsistir en medio de la pobreza que viven miles de familias en todo Río Negro. Nada puede ser resuelto con gobiernos provincial y nacional que solo quieren juntarse con la patronal para subsidiar sus pérdidas”, afirmó la bióloga.
Es por ello que, desde el Frente de Izquierda sostienen que es necesario que sean los mismos trabajadores lo que formen parte de una comisión de control de higiene y sanidad en el propio Pollolín.
“Y para extremar todas las medidas de precaución tiene que haber una comisión independiente de los propios trabajadores y profesionales del CONICET y de las universidades públicas, que determine las causas y establezca un protocolo de seguridad pensando en las grandes mayorías. No puede quedar en manos de la propia empresa exportadora y de los funcionarios políticos de provincia y nación”, remarcó Gavuzzo.
La noticia de la aparición de la influenza aviar, se da en la misma semana en la que científicos de la Universidad Nacional del Comahue determinaron la presencia de agrotóxicos en la placenta de mujeres embarazadas en varias localidades del Alto Valle.
“Muchos de esos plaguicidas están prohibidos desde hace décadas, pero los grandes productores continúan utilizándolos con total descontrol para producir peras, manzanas, uvas del vino y otras frutas, afectando la salud de los peones rurales, empacadores y claramente la población urbana y rural. Nunca dijo nada el Ministerio de Salud de esto, que solo sale a la luz por investigaciones de profesionales de las universidades públicas”, informó la candidata.
De las 20 placentas investigadas, todas las muestras presentaron al menos seis residuos de plaguicidas. Las mujeres expuestas a una mezcla de diferentes plaguicidas neurotóxicos y potencialmente peligrosos afectan a los recién nacidos por la previa transferencia placentaria.
Por todo lo expuesto, integrantes del Frente de Izquierda sostienen que los responsables de esta situación son las grandes empresas que actúan con total impunidad. “También a los gobiernos radicales, peronistas y de Juntos Somos Río Negro por mantener esta forma de producción capitalista que beneficia a unos pocos a costa de la destrucción del medio ambiente que afecta a nuestras propias condiciones de vida y nuestra propia salud”.
“Desde el Frente de Izquierda estamos convencidos que la lucha en defensa del ambiente implica que la clase trabadora pueda controlar y planificar las condiciones laborales y de sanidad en los puntos más importantes donde se desarrolla la producción capitalista. No cabe duda de que las y los trabajadores somos los mejores aliados de los ambientalistas”.
Creemos que la salida es por izquierda, uniendo las demandas de toda la clase trabajadora con las asambleas socioambientales; los sindicatos tienen que tomarlo en sus manos, poniéndose al servicio de la lucha, para lograr paralizar los avances en la construcción del oleoducto en el Golfo, el uso indiscriminado de agrotóxicos, el fracking en Vaca Muerta y la megaminería”.
En este mismo camino, se podrán desarrollar instancias de un verdadera coordinación y potente unidad junto a técnicos y docentes de las universidades, las comunidades originarias y pobladores involucrados en discutir democráticamente una transición energética. Para eso tiene que importar más la naturaleza y nuestros bienes naturales que las ganancias de los empresarios junto a los gobiernos”, concluyó Alhué Gavuzzo.
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