Se confirmó el primer caso de gripe aviar en Argentina. En ese marco, la Cámara Argentina de Productores e Industrializadores Avícolas (CAPIA) afirmó que se trata de una "muy mala noticia" a la vez que recomendó actuar con "tranquilidad".
"Es una muy mala noticia, por las consecuencias que puede traer aparejadas en términos de mortandad de aves y bajas productivas. Pero este es un momento para llevar tranquilidad a los productores y a la población en general, pues al momento se trata de un caso aislado en ave silvestre y estamos con los sistemas activados para mitigar el traslado al comercio", explicó el presidente de la entidad empresaria, Javier Prida, en un comunicado.
Ante una consulta de Ámbito, Prida dijo que "por ahora no es necesaria una ayuda del Estado", pero remarcó la necesidad de una rebaja del IVA: "Pagamos el 21% de IVA frente otras proteínas animales que pagan mucho menos, el 10,5%. Eso nos golpea muchísimo y necesitamos resolverlo cuanto antes para estar equiparados".
El presidente de la entidad también explicó a este medio que, a pesar de este virus, el sector mantiene sus previsión de crecimiento en torno al 2% y 3% para el 2023.
Por otra parte, el dirigente destacó que desde CAPIA se encuentran trabajando "en plena coordinación" con las autoridades sanitarias y de política agropecuaria para extremar las medidas de prevención y control de esta enfermedad, que puede afectar a las aves de los establecimientos productivos.
También señaló que el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) "está actuando muy bien, con protocolos internacionales, profesionalismo y compromiso. Los productores trabajaremos codo a codo con las autoridades colaborando para redoblar las medidas de prevención y control en todos los establecimientos productivos del país".
Y, además de recomendar actuar con tranquilidad frente a la aparición de esta gripe en el país, CAPIA difundió una serie de recomendaciones para mantener bajo control a la enfermedad.
Las recomendaciones de CAPIA:
En las aves, el virus de la influenza aviar se elimina en las heces y las secreciones respiratorias, y puede transmitirse a través del contacto directo con las secreciones de las aves infectadas o indirecto, a través del agua contaminada.
Las aves silvestres migratorias, en especial las acuáticas, son huéspedes y reservorios naturales del virus de la influenza aviar. En sus tractos intestinales o respiratorios, pueden transportar las distintas cepas. Según la cepa del virus y la especie de ave, el virus puede resultar inofensivo o fatal para el animal.
La exposición directa de las aves de corral a las aves silvestres es el factor de transmisión más probable. Por lo tanto, es fundamental limitar su exposición a las aves silvestres para reducir al máximo el riesgo de introducción de la influenza aviar.
Los brotes pueden tener consecuencias económicas graves para la industria avícola, la sanidad de las aves silvestres, los medios de subsistencia de los productores y el comercio.
Los productores pueden sufrir un nivel de mortalidad elevado en sus bandadas, con un porcentaje aproximado del 50%.
La transmisión de las aves a los seres humanos suele ser esporádica y se produce en un contexto específico. Las personas que están en contacto estrecho y repetido con aves infectadas o con entornos muy contaminados deben redoblar las medidas de prevención para mitigar el riesgo.
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