Nueve camiones que se dirigían hacia la frontera con Bolivia fueron incautados por personal de la Dirección General de Aduanas-AFIP por carecer de la documentación necesaria para el transporte de la carga que traían, la cual consistía en 186 toneladas de soja, 39 toneladas de trigo, 30 toneladas de avena, además de herbicidas y fungicidas.
El cargamento estaba valuado en más de 28 millones de pesos, según informó el organismo que dirige Guillermo Michel.
Agentes especializados de la Dirección General de Aduanas-AFIP descubrieron múltiples casos de inconsistencias documentales en transportes de cargas que iban dirigidos a la ciudad salteña de Salvador Mazza y con destino hacia Bolivia.
En efecto, los controles de tránsito realizados por el organismo resultaron en el secuestro de nada menos que nueve camiones, junto con las cargas que traían declaradas.
Estas totalizaron 186 toneladas de soja, 39 toneladas de trigo y 30 toneladas de avena, además de herbicidas y fungicidas.
Dada la cercanía de Salvador Mazza con la frontera con Bolivia, la Dirección General de Aduanas concentra gran parte de su presencia allí en impedir maniobras de contrabando.
Aunque en determinados casos detecta las maniobras en el preciso momento en que se están llevando a cabo, en otros las desarticula antes, identificando cargas que, por carecer de la documentación requerida para su transporte, puede presumir que serán objeto de maniobras ilícitas.
Las inspecciones de la Aduana encontraron camiones que no tenían la carta de porte de granos -el documento electrónico obligatorio que ampara el transporte de cereales, oleaginosas y su derivados-; otros la tenían, pero vencida; otros, finalmente, portaban matrículas que no eran las que estaban registradas.
Se calcula que el valor de la mercadería secuestrada en los procedimientos que contaron con la colaboración de la Gendarmería Nacional y la Fiscalía de Tartagal asciende a 28.042.546 pesos.
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