La cumbre de la Celac que se realizará en dos semanas en Buenos Aires con la presidencia pro témpore de Alberto Fernández estará teñida por las reacciones al intento de golpe sufrido por el flamante Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, justamente el líder que se espera ayude a revitalizar la región en clave progresista. "Estos acontecimientos van a cargar mucho más la agenda", anticipó el canciller Santiago Cafiero respecto a la reunión que convocará a los jefes de estado de Latinoamérica y el Caribe.
Alberto fue de los primeros en solidarizarse con Lula y se mantuvo toda la tensa jornada del domingo al tanto de lo que sucedía, en diálogo con el ex canciller y actual asesor Celso Amorim. Incluso, ofreció viajar a Brasilia para estar junto al presidente brasileño, pero le dijeron que no hacía falta y que estaba todo bajo control. Además, que querían confirmarle que seguía sin modificaciones la visita oficial de Lula prevista para el 23 y la participación al otro día en el encuentro de la Celac.
"Brasil ha elegido un presidente magnífico que se llama Lula, debemos respetarlo, la democracia en Brasil es muy importante para la región y la región tiene una enorme oportunidad de desarrollo", sostuvo Fernández en la entrevista que ofreció a la TV brasileña por pedido del entorno de Lula. Alberto ofreció también activar el "botón" de la Celac y armar una delegación de mandatarios regionales convocados de urgencia al país vecino en señal de respaldo, pero el objetivo que se planteó Lula y sus principales funcionarios fue mostrar en todo momento el control de la situación.
"Nos pidieron que esperemos un poco antes de decidir viajar", reveló el diputado Eduardo Valdés, presidente de la comisión de Relaciones Exteriores. La vicepresidenta Cristina Kirchner y el PJ Bonaerense que encabeza Máximo Kirchner también estuvieron entre los primeros en expresar su rechazo a la intentona y su solidaridad al presidente recién asumido.
Así que Alberto siguió con la agenda que tenía prevista en Chapadmalal y Miramar mientras se mantenía informado a través de Cafiero y el embajador en Brasilia, Daniel Scioli, en contacto permanente con el canciller Mauro Vieira. Allí quedó resuelto que no hubiera viaje para evitar la idea de que Lula necesitaba ayuda exterior para resolver el desafío planteado por la turba bolsonarista que no lo quiere dejar gobernar, iniciando una rápida tarea de desgaste de una administración que ni siquiera se terminó de acomodar en el Planalto. "Por eso es muy importante cómo reaccione Lula y cómo pueda detener, castigar y desarmar a estos grupos", analizó el ministro de Defensa y ex canciller Jorge Taiana.
Cafiero mencionó que los encuentros de la Celac tienen un capítulo referido a las democracias de la región y el fortalecimiento de las instituciones, siempre respetando el sistema político que defina cada Estado. "El desafío de la integración también es robustecer las instituciones democráticas de cada uno de los países", explicó a El Destape. Los graves acontecimientos ocurridos este fin de semana en Brasil volverán central este capítulo en la inminente edición de la cumbre continental. Además, el canciller enumeró "el proceso que aún sigue padeciendo Perú, lo que sucede en Bolivia y Haití, donde hace dos años asesinaron al primer ministro", como otras situaciones críticas. Añadió el panorama electoral de Venezuela, con una normalización prevista con la convocatoria a elecciones en 2024.
En la Cancillería entendieron que la estrategia de Lula fue no rodearse de presidentes de la región -más allá de que resultó fundamental el rápido respaldo de todos, incluido del estadounidense Joe Biden-, sino de mostrarse junto a quienes tienen la responsabilidad de mantener el orden interno: los jefes de los tres poderes, de las fuerzas armadas y de 27 gobernadores. Por otro lado, desde la Cancillería brasileña a Alberto Fernández confirmaron que todo seguía según lo previsto: el próximo 23, Lula estará en Buenos Aires cumpliendo con su primer viaje oficial al exterior, cuando está previsto que se anuncie un ambicioso acuerdo de integración bilateral.
Al otro día participará de la Cumbre de la Celac, cuando no sólo recibirá la solidaridad de todos los mandatarios de la región, sino que será aguardado como el nuevo gran referente regional que puede poner al continente en los primeros plano. En el comunicado de la organización, Alberto Fernández suscribió conceptos que bien pueden ser leídos en clave doméstica: "Es necesario enfrentar con decisión a los que maltratan la democracia instalando discursos de odio, insultando opositores y promoviendo mentiras en medios de comunicación y redes sociales para generar malestar y enojo", afirmó.
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