La dinámica fiscal tuvo un cambio de tendencia a partir de julio, con un gasto primario que por primera vez en el año tuvo una reducción en términos reales en la comparación interanual, al punto que por primera vez en el transcurso de 2022 se registra una baja en el acumulado, de acuerdo con diferentes estimaciones.
El seguimiento de los informes mensuales de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) muestra que entre enero y junio siempre hubo incrementos interanuales del gasto primario mayores que la inflación, una situación que se invirtió por completo a partir del segundo semestre, con descensos respecto del mismo período de 2021.
En el mismo sentido, la consultora Analytica destacó que la reducción real de gasto en el trimestre agosto-octubre superó el billón de pesos (exactamente un billón y 43 mil millones), en un viraje que "comenzó con (la ex ministra de Economía, Silvina Batakis) y se profundizó con (el actual, Sergio) Massa", señaló el presidente de la entidad, Ricardo Delgado.
"Es un proceso de consolidación fiscal, con mayor ordenamiento monetario, suba de tasas y mayor control sobre la emisión, que tiene que ver con el cumplimiento del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que fue lo primero que planteó Massa", agregó.
En ese sentido, Delgado recordó que "lo primero que dijo Massa fue que se iba a cumplir con la meta del 2,5% de déficit primario y ese es el camino".
Las razones del fenómeno son diversas y, en ese sentido, el vicepresidente de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), Guido Rangugni, destacó que existe "una voluntad de contener el gasto" y que "de hecho hay manifestaciones explícitas del ministro en ese sentido, con un desempeño que va en línea con lo que se manifiesta, como objetivo de política que es contener el gasto".
Las apreciaciones de Delgado y Rangugni coinciden con las expresadas oportunamente por el secretario de Hacienda, Raúl Rigo, quien subrayó que "cuando asumió su gestión el actual ministro Massa dio una serie de pautas que la caracterizarían y una de ellas era el orden fiscal", para completar advirtiendo que "cuando uno ordena fiscalmente, tiene que hacer cosas que pueden ser leídas como un ajuste, pero nosotros no creemos que lo sean".
La aceleración de la inflación "no es tan significativa, pero contribuye"
Rangugni señaló que la aceleración de la inflación "no es tan significativa, pero contribuye" a la mejora del frente fiscal a través de lo que los economistas denominan "licuación" del gasto nominal al crecer menos que los precios, pero puso el acento en cuestiones de índole de administración presupuestaria, que vienen de arrastre de fines del año pasado.
"Como no hubo un Presupuesto aprobado por ley sino una prórroga del de 2021, esa cuantía permitió manejarse con más libertad en la primera mitad del año, pero después los recursos se tornaron escasos y si bien hubo una ampliación (mediante el DNU 331 del 16 de junio), no se dio en todas las partidas con la misma holgura", aclaró
Asimismo, indicó que "se vieron bajas en términos reales de algunos gastos sociales y hubo una desaceleración por el lado de los subsidios energéticos", uno de los temas que por su parte también remarcó a Télam el economista Nicolás Pertierra, del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), quien puso de relieve la baja en las transferencias a Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico).
"Ahí surgen algunas incógnitas sobre si eso se puede sostener - planteó Pertierra-, porque en julio, agosto, septiembre, meses en los que se redujeron fuertemente las transferencias a Cammesa, no se habían recortado aún los subsidios a las tarifas", de lo que se desprende que la mejora podría obedecer a una cuestión de calendario de pagos.
Algo similar evaluó Delgado en su análisis semanal de noviembre, en el que en la primera semana los gastos en subsidios económicos tuvieron un alza real interanual del 55,8%, pero debido a que "en noviembre de 2021 el grueso de los pagos se realizó en la cuarta semana del mes".
En ese sentido, Rangugni pidió prestar atención a la evolución del gasto en lo que resta para finalizar el año, en vistas a lo que ocurre habitualmente en la distribución de las cuotas presupuestarias que la Secretaría de Hacienda le asigna a cada una de las jurisdicciones: "por el procedimiento de ejecución y autorización, a cada ministerio se le asignan cuotas trimestrales que por lo general son más reducidas en los tres primeros y más holgadas en el último, en el que se van liberando un poco más", indicó.
Aunque no todos los gastos tienen la misma flexibilidad y entre los más rígidos se destacan las remuneraciones al personal y los jubilaciones y pensiones, al contrario de lo que ocurre con Bienes y Servicios, con una caída del orden del 20% en términos reales, así como el gasto de capital, que con un alza nominal del 47,1% estuvo en los primeros nueves meses del año un 10,6% debajo de la inflación.
Pertierra advirtió que "la base de comparación de 2021 es de un gasto alto", como suele suceder en los años impares, en los que la Argentina realiza sus elecciones generales, y señaló al respecto que "desde julio-agosto de 2021 hasta mediados de este año el gasto venía creciendo muy fuerte".
Luego de esa evolución, "hubo un menor margen fiscal y menos posibilidades de financiar el déficit. Obviamente, la reducción real del gasto también responde a eso", estimó.
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