El seleccionado argentino superó a Italia por 3-0 tras una gran exhibición de fútbol y se consagró campeón de la Finalissima en el mítico estadio Wembley de Londres.
Lautaro Martínez, tras la asistencia de un gigante Lionel Messi, Ángel Di María, a los 27 y 45 minutos del primer tiempo respectivamente, y Paulo Dybala sobre el final marcaron los goles del campeón de América, que levantó un nuevo trofeo a menos de seis meses del Mundial de Qatar 2022.
El equipo dirigido por Lionel Scaloni, que estiró su racha invicta a 32 partidos, construyó el triunfo a partir de una gran jugada del líder y capitán Messi, quien asistió a Lautaro para el 1-0 después de una gran acción individual.
Luego, y justo antes del descanso, el goleador del ciclo con 20 tantos dejó solo a Di María, quien definió con su marca registrada para el 2-0.
En el minuto 49 de la segunda etapa y cuando Argentina se floreaba, el ingresado Paulo Dybala coronó la victoria con una gran definición con un tiro cruzado.
Como sucedió hace menos de un año en el estadio Maracaná, la "Scaloneta" se hizo gigante en la mítica Catedral del Fútbol, superó al vigente campeón de Europa y conquistó un nuevo título que aumenta la ilusión en el camino hacia Qatar.
Con una gran actuación de Messi, quien sigue vigente a poco de cumplir 35 años, Lautaro Martínez y Di María, la "Albiceleste" pasó una exigente prueba ante un rival herido por su ausencia mundialista pero con la base de los futbolistas que habían conquistado la Eurocopa en ese mismo escenario ante Inglaterra y estuvo 37 partidos invicto hasta octubre de 2021.
Después de un inicio parejo e intenso, Italia tuvo su momento entre los 15 y 25 minutos del primer tiempo, sin grandes ocasiones pero logró arrinconar a la Argentina en su campo.
Lo mejor del tetracampeón del mundo en ese lapso, sin embargo, fueron una buena jugada por derecha que terminó en un buen cierre de Romero y un cabezazo de Andrea Belotti bien controlado por "Dibu" Martínez.
Argentina logró salir de ese asedio con lo mejor que había mostrado en ese tramo del partido que era la presión y recuperación en campo contrario.
Así fue que Giovani Lo Celso la recibió en campo de Italia y se la pasó rápido a Messi, quien aguantó la marca de Di Lorenzo, giró hacia la izquierda y encaró hacia el arco rival.
Al entrar al área grande, el "10" con el marcador todavía pegado, tiró un centro preciso para el ingreso en soledad de Lautaro Martínez.
El bahiense llegó a los 20 goles en el ciclo de Scaloni y se afianza cada vez más como el "9" del seleccionado.
La ventaja le dio tranquilidad al equipo argentino, que no la había pasado bien, y comenzó a manejar mejor la pelota.
Con el tiempo cumplido, el "Dibu" Martínez sacó un pelotazo desde el fondo que encontró a Lautaro en la mitad de cancha que con un giro se sacó de encima a Bonucci y después de una breve corrida dejó mano a mano a Di María con Donnarumma.
Como en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y en el Maracaná por la final de la Copa América, Di María definió por encima del arquero y dejó su marca registrada en Wembley sin importar que enfrente estaba su compañero en París Saint Germain.
En el primer gol, Messi disciplinó a Di Lorenzo y en el segundo, Lautaro jubiló anticipadamente a Bonucci cuando el que se retiraba era Chielini.
Minutos antes de quedar en ridículo ante el giro de Lautaro, el defensor de Juventus había protagonizado una de las polémicas del primer tiempo tras pegarle un fuerte codazo en el aire a Messi.
El segundo tiempo del seleccionado nacional fue completo y pudo haber goleado a Italia. Con inteligencia, esperó las pocas ideas en ataque de Italia y de contraataque tuvo tres o cuatro posibilidades claras de ampliar el marcador.
La primera fue un error de Donnarumma tras un pase atrás de Bonucci y después el ex Milan se recompuso con una gran atajada ante un tiro de Di María.
También tuvieron las chances del tercero Lo Celso y Messi después de una corrido que arrancó con una recuperación en campo propio pero una mala definición y luego Donnarumma negaron el 3-0.
Para los minutos finales, Scaloni le dio la posibilidad de ingresar a Julián Álvarez, la última joya del fútbol argentino, y en la primera que tocó se animó a patear casi desde la mitad de cancha.
El final fue con el público argentino a puro "olé" y "dale campeón" en un estadio que por primera vez en la historia se vistió de celeste y blanco.
Cuando parecía que el 2-0 estaba sellado, Scaloni puso a Paulo Dybala a jugar el tiempo de descuento y en el último de los cuatro minutos de adición, el cordobés puso el 3-0 con un gran zurdazo pegado al palo izquierdo.
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