El rompehielos Almirante Irízar completó esta semana el abastecimiento de la Base Belgrano II, el emplazamiento permanente sobre tierra firme más cercano al Polo Sur, en una operación para la que debió aprovechar las únicas semanas durante el año en las que el clima separa el hielo marino de las grandes barreras y le permite penetrar el mar de Weddell para alcanzar su destino, informó el viernes el Comando Conjunto Antártico.
El Irízar había zarpado del puerto de Buenos Aires el 12 de enero en un viaje que incluyó una escala de abastecimiento en la ciudad fueguina de Ushuaia y otra para descargar materiales y personal en la Base Orcadas de la Isla Laurie; luego navegó hacia las costas orientales del Weddell, donde cada verano entre la segunda quincena de enero y la primera de febrero el clima genera un canal en las grandes barreras de hielo sobre la costa y el mar congelado que le permite aproximarse a Belgrano II, ubicada a unos 1.300 kilómetros del Polo Sur y a casi 5.000 de Buenos Aires.
El Comando Conjunto Antártico informó a través de su página web que el 2 de febrero a las 22, con 4.573 millas navegadas desde su zarpada del puerto de Buenos Aires, el rompehielos embicó (apoyarse en el hielo) a 13 millas náuticas de la Base Conjunta Antártica Belgrano 2.
Durante seis jornadas sucesivas, la tripulación del Almirante Irízar operó aprovechando las condiciones meteorológicas favorables con los dos helicópteros Sea King de la Segunda Escuadrilla Aeronaval embarcados para la misión.
Se realizaron 170 vuelos con los que se realizó el abastecimiento de la Base y el relevo de dotación; se transportaron cargas generales, víveres, gas oil antártico, material científico y repliegue de residuos.
Finalizada la tarea, el rompehielos continúa su viaje rumbo a una nueva escala en la Base Orcadas.
Antes de zarpar del puerto de Buenos Aires, el comandante del Irízar, el capitán de navío Carlos Musso Soler, había afirmado que "la Antártida es bella pero cuando está tranquila hay que aprovechar y operar tan rápido como se pueda, porque cuando cambia el clima no perdona y un error te puede dejar varado o costarte la vida".
En ese sentido, ejemplificó: "la ventana para acceder a la base Belgrano II es por estadística entre el 15 de enero y el 15 de febrero, la base está a casi 78 grados de latitud sur, a unos 1.300 kilómetros del Polo Sur. Esa navegación se llama 'penetración al Weddell' y se hace desde Orcadas hacia el cabo Norvegia, y desde ahí se baja por el canal costero que se forma durante esas cuatro semanas entre la barrera de hielo Filchner y el pack marino", como llaman los especialistas a la superficie de mar congelado.
"En el mar de Weddell el hielo gira en sentido horario, y el viento del este permite que el hielo se aleje de la costa abriendo un canal de 20 millas de ancho, antes del 15 de enero el giro del Weddell todavía no permitió que hielo se separe de la costa, y después del 15 de febrero de empieza a recongelar el mar cerca de Belgrano II donde las temperaturas pueden llegar a 80 grados bajo cero", agregó.
"Disponemos de mucha información satelital, cartas de hielo, meteorología y vientos, los comandantes de hoy tenemos mucha información para evitar riesgos. Yo no cruzo el Pasaje de Drake con temporal, me puede agarrar un temporal ahí si cambia la meteorología de golpe, pero nosotros esperamos a que nos digan los meteorólogos que vamos a poder cruzar con tranquilidad. El buque está diseñado para tolerar las condiciones más extremas, pero no tiene sentido someterlo a ellas innecesariamente", explicó el marino.
"La operación antártica es una suma de medios navales y aéreos concatenados, no se puede pensar en una sola cosa porque cualquier cambio en la meteorología puede tirar por tierra ese plan. Este rompehielos es muy capaz, pero la meteorología podría retrasar su planificación en cualquier momento; por eso hay que tener una flexibilidad operativa como la que ofrecen los medios aéreos y navales de Argentina que nos permiten trabajar siempre con planes alternativos", completó Musso Soler.
La Campaña Antártica de Verano se encuentra bajo control operacional del Comando Conjunto Antártico (Cocoantar), dependiente del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas.
La Base Belgrano II está ubicada en el Nunatak Bertrab, en bahía de Vahsel sobre la costa Confín en la Tierra de Coats a unos 1.300 kilómetros del Polo Sur y a cerca de 5.000 de la Ciudad de Buenos Aires y a nivel internacional es la más austral asentada sobre tierra firme.
La región se caracteriza por tener cuatro meses de noche polar y cuatro meses de día, en la que las temperaturas pueden alcanzar decenas de grados bajo cero con vientos de hasta 200 kilómetros por hora.
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