“En esta ocasión va a ser el día de mañana para empleados de UTHGRA pero en unos días también será con la gente de ATE en Tolhuin, del Centro de Artes y Oficios, con referentes de comedores comunitarios de los distintos sectores”, dijo la referente de ALAVI en la radio.
En ese marco, la fundación lleva adelante un relevamiento en distintos sectores de la ciudad para dar a conocer la cifra de esta problemática, “Lo estamos haciendo para concientizar y dar herramientas en lo que es la prevención de la violencia y el abuso sexual en niños, niñas y adolescentes. Lo que buscamos y estamos haciendo, que muy pronto va a estar por plataforma, es un relevamiento real de lo que está pasando en nuestra provincia con el abuso sexual y la violencia en las infancias”.
De ese modo, Granados consideró: “Los comedores es uno de los termómetros más grandes que tenemos para poder saber la problemática en nuestra provincia, en realidad hay algunos indicios o características en las infancias víctimas de violencia o de abuso, y estas herramientas intentamos llevar a los distintos sectores”. Y agregó, “Hay que concientizar a la sociedad de que todos somos parte de no hacer omisión a este tipo de cosas, de denunciar y poder acompañar a los infantes que son las voces calladas”.
A su vez, indicó que la problemática en el silencio mayormente está presente en menores de 13 o 14 años, “Después los chicos cuando van creciendo, algunos casos, van haciendo develaciones. Por eso a veces desde la justicia se señala que pasan muchos años con personas que a los 30 años hacen la develación de un abuso sexual, que mayormente son intrafamiliares entonces esa es una de las problemáticas gravísimas que tenemos, cuando la persona que debería cuidarlo es quien le hace daño”.
“La provincia tiene una tasa muy alta de abuso sexual y violencia en las infancias, no hay una persona que no diga que pasó en su familia o que conoce un caso. Por eso hay que empezar a realizar un análisis muy profundo y trabajar de manera coordinada con todos los sectores para no vulnerar derechos, para no revictimizar constantemente y que realmente sea efectivo el abordaje que se haga, porque si hacemos una denuncia y no se hace lo que se tiene que hacer, ese menor sigue conviviendo con la persona que le hace daño porque esto pasa”, dijo.
“A veces hasta la gente tiene pudor de hablar de este tema o se incomodan y eso es lo que está mal, porque si nos incomodamos como adultos imaginemos un niño”. Por último, sobre el trabajo realizado desde la fundación comentó que los casos, “Los articulamos con la policía, con el Poder Judicial y el organismo de Niñez en muchas cuestiones en donde hay momentos efectivos, pero si el caso llega a nosotros es que no ha funcionado ninguna de las partes como debería, esa es la realidad”.
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