La kinesióloga Natalia Oteiro expresó su preocupación por la proliferación de prácticas que no cuentan con profesionales de la salud debidamente capacitados, advirtiendo sobre los riesgos que esto puede implicar para quienes buscan alivio a sus dolencias musculares.
"Es algo que a nosotros los kinesiólogos nos preocupa bastante porque es algo que tenemos con recurrencia en los consultorios y en los centros de kinesiología", afirmó. En este sentido, remarcó que la intervención de personas sin formación específica en el ámbito de la salud puede no solo no solucionar el problema de los pacientes, sino incluso agravarlo.
Oteiro subrayó que muchas personas recurren a masajistas o supuestos quiroprácticos sin contar con un diagnóstico adecuado, lo que puede traer graves consecuencias. "Cuando uno va a un lugar donde no hay profesionales de la salud, ya no es un paciente, es un cliente. Siempre remarcamos esto, porque estamos hablando de la salud y del cuerpo humano, no de comprar caramelos", enfatizó.
La especialista explicó que la quiropraxia es una especialidad dentro de la kinesiología y que para ejercerla es necesario ser kinesiólogo y realizar una formación adicional de dos o tres años. "Uno puede especializarse en terapias manuales, quiropraxia u osteopatía, pero siempre partiendo de una base universitaria. Hay lesiones, sobre todo las deportivas y traumatológicas, que requieren un abordaje integral desde la kinesiología y la fisiatría, porque no se trata solo de aliviar el dolor, sino de rehabilitar correctamente al paciente", indicó.
En cuanto a la regulación del ejercicio profesional, Oteiro explicó que en Tierra del Fuego aún no existe un colegio de kinesiólogos, pero que hay una asociación provincial que trabaja en conjunto con Fiscalización Sanitaria. "Cuando vemos que hay algún lugar que no trabaja bajo las condiciones o con los profesionales que corresponden, es Fiscalización Sanitaria quien interviene. En los últimos tiempos, junto con la Asociación Médica, se han cerrado centros de estética que hacían incumbencias sobre la kinesiología sin habilitación", comentó.
La kinesióloga alertó sobre el peligro de confundir masajes relajantes con tratamientos terapéuticos. "Un masajista puede ofrecer un servicio de relajación, pero cuando hay una dolencia o patología es fundamental consultar con un médico o un kinesiólogo. Muchas veces el dolor en el hombro puede estar relacionado con un pinzamiento cervical, y si se trabaja sin un diagnóstico adecuado, se puede agravar la lesión", advirtió.
Asimismo, detalló que una de las afecciones más comunes en los consultorios es el dolor de espalda, que muchas veces es subestimado. "Se lo relaciona con el cansancio o el estrés, pero puede haber alteraciones en la columna que requieren atención especializada. Si una persona con un pinzamiento es manipulada por alguien sin la formación adecuada, la lesión puede agravarse y hasta requerir cirugía", explicó.
En ese sentido, destacó el rol fundamental de los traumatólogos y la necesidad de realizar estudios previos antes de iniciar un tratamiento de kinesiología. "Muchas veces los pacientes llegan pidiendo sesiones de kinesiología sin haber sido evaluados por un traumatólogo. Nosotros trabajamos codo a codo con ellos y, en muchos casos, es necesario realizar estudios como radiografías, resonancias o ecografías antes de iniciar una terapia", sostuvo.
Por último, la kinesióloga enfatizó la importancia de acudir a profesionales capacitados para tratar lesiones musculares y articulares. "Una lesión como un desgarro del manguito rotador no se soluciona con un masaje. Nosotros no solo hacemos masajes, sino que utilizamos equipos de fisioterapia y agentes que regeneran y reestructuran el tejido para ayudar a la recuperación del paciente", concluyó.
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