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Politica

“Son 5.000 puestos de trabajo directos, más los indirectos, más todo lo que se mueva alrededor”

El senador nacional Pablo Blanco advirtió sobre el impacto devastador que tendría la eliminación de aranceles a la importación de celulares y la reducción de impuestos internos impulsada por el gobierno de Javier Milei. Con más de 5.000 empleos directos en riesgo en Tierra del Fuego, y un efecto multiplicador que afectaría a toda la economía local, Blanco reclamó una respuesta política unificada para proteger la industria fueguina y evitar una crisis social profunda. “No es solo un número, detrás de cada puesto de trabajo hay una familia que depende de ese empleo”, remarcó.

En una entrevista concedida a FM Fuego, Blanco advirtió que estas medidas podrían desencadenar una “grave crisis de desempleo” en la provincia, que depende fuertemente de la industria electrónica.

“Si se deja de producir celulares en nuestra provincia, más de 5.000 familias podrían quedarse sin trabajo”, advirtió el senador, quien subrayó que está comprometido en “defender la industria fueguina y proteger cada puesto de trabajo. Porque detrás de cada empleo, hay un hogar que no puede esperar”.

Blanco apuntó directamente contra el ministro de Economía, Luis Caputo, al que calificó como “el ministro motosierra”, por sus declaraciones sobre el posible recorte de 60.000 puestos de trabajo en la isla. “De concretarse esta medida, que estimo que saldrá en un decreto entre hoy y mañana, las implicancias son complicadísimas”, explicó y advirtió que la mentalidad “de los porteños o centristas que nos gobiernan” parece desconocer el impacto real. “El impresentable del ministro motosierra dijo que calculaban que se perderían 60.000 puestos de trabajo como si fueran 3 caramelos que se le caen del bolsillo. Pero para nosotros, en Tierra del Fuego, esto es muy preocupante”.

El senador enfatizó que el daño no será solo para quienes trabajan directamente en la producción electrónica, sino para toda la economía local. “No solo está la gente que trabaja en las fábricas, sino también quienes dejan de consumir, los negocios que dejan de vender y el Estado que recibe menos impuestos”, señaló. En particular, recordó que de los aproximadamente 8.500 trabajadores de la industria electrónica en Tierra del Fuego, “alrededor de 5.000 están vinculados a la producción de celulares”.

Por eso, afirmó, “son 5.000 puestos directos, más los indirectos, más todo lo que se mueve alrededor. La verdad es que es sumamente preocupante, especialmente en una provincia donde no hay muchas otras opciones laborales. No es que la gente abandone la fábrica y consiga otro trabajo fácilmente”.

En ese sentido, Blanco hizo un llamado a la unidad política para enfrentar esta situación: “Espero que quienes tenemos responsabilidades políticas podamos, aunque sea por un momento, dejar de lado las diferencias y ponernos de acuerdo para reformar juntos este tema, sea cual sea el partido al que pertenezcamos”.

Sobre declaraciones de referentes de la coalición gobernante, como el legislador provincial Coto, quien vinculó la medida a presiones geopolíticas y a un “parque industrial obsoleto”, Blanco fue contundente: “Con respeto, lo digo, conozco al legislador y he tenido mucho trato con él, pero sus declaraciones dejan mucho que desear. Si privilegia la sugerencia de Estados Unidos sobre la defensa de la industria fueguina, realmente estaría vendiendo a la provincia. Llama la atención que algunos dirigentes justifiquen estas medidas sin analizar siquiera la información oficial”.

El senador hizo hincapié en la diferencia entre el costo de fabricación y el precio final de los productos. “El celular de más alta gama producido en Tierra del Fuego, con IVA incluido, cuesta alrededor de 1.210 dólares, pero se vende en Buenos Aires entre 2.400 y 3.000 dólares. ¿Cuál es el problema entonces? ¿La fabricación o la comercialización? Hay que analizar qué sucede con esa diferencia y no buscar la salida fácil de dejar de producir para importar”.

Blanco advirtió que esta lógica puede replicarse en otras industrias: “Por ejemplo, con la industria automotriz, donde un mismo modelo fabricado en Argentina se vende más barato en Brasil o Chile que en nuestro propio país. Esto no tiene que ver con la fabricación, sino con los impuestos y la comercialización”.

Respecto a la reducción de los impuestos internos, explicó que “aunque se bajan los aranceles y los impuestos internos para productos importados, la diferencia con los fabricados localmente se mantiene, perjudicando no solo a Tierra del Fuego, sino a todas las provincias, porque son impuestos coparticipables”.

Finalmente, el senador hizo un llamado urgente al gobierno nacional y a las autoridades provinciales: “Que me expliquen cómo hace una provincia para funcionar si Nación le descuenta impuestos y encima le exige que baje sus propias cargas. El gobierno nacional tiene superávit fiscal, pero lo logra a costa de las provincias, que sufren recortes en recursos vitales”.

Y concluyó apelando a la responsabilidad política y a la unidad, “Si el gobernador, los legisladores y representantes no plantean esto con criterio político y unidad, no habrá salida. Para los fueguinos, esto solo significará más desocupación, pobreza y exclusión. La solución pasa por discutirlo políticamente, porque no podemos permitir que el productor nacional pague impuestos más altos que el importado. Ojalá logremos ese consenso, porque si no, no veo salida para Tierra del Fuego”.

SENADOR PABLO BLANCO

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