
Las PASO en la provincia de Santa Fe dejaron diseñado un escenario competitivo de cara a las elecciones generales del 16 de junio y un final abierto que tendrá a Antonio Bonfatti (31,14%) y Omar Perotti (28,20%)como protagonistas de la principal pelea en las urnas. El socialismo y el peronismo lograron sacar la mayor cantidad de votos en los comicios y dejaron a Cambiemos, con José Corral (19,67%) como candidato, en un tercer lugar que lo relega en la búsqueda de la gobernación.
Perotti se quedó con el triunfo en la única interna que tuvo la provincia en las candidaturas a gobernador. Venció a María Eugenia Bielsa (14,47%) por una amplia mayoría y logró posicionarse como el mejor candidato para desbancar al socialismo después de 12 años de gobierno. La interna peronista (en total 42,68%) sumó un 11% más de los votos que sacó Bonfatti y le abrió la posibilidad al ex intendente de Rafaela de encauzar la mayoría de los votos peronistas y pelearle la gobernación mano a mano al ex mandatario socialista.
El resultado final fue peor de lo que el socialismo esperaba para esta instancia. Si bien Bonfatti fue el candidato que más votos obtuvo, quedar once puntos debajo de la interna peronista es una diferencia que no estaba estipulada en las hipótesis menos optimistas del oficialismo provincial.
La distancia los obligará a replantear la estrategia. En algún punto la idea está dibujada en el aire. Apelarán a polarizar los comicios con el peronismo, pescar votos entre los seguidores de Bielsa y buscar absorber a votantes de Corral apelando al denominado "voto útil", al que podría inclinarse aquel santafesino que frente a la imposibilidad de que su candidato gane, prefiere evitar el triunfo del peronismo.
De antemano el socialismo tenía estipulado buscar la polarización de los comicios generales eligiendo como contrincante al peronismo. No es casualidad que el gobernador Miguel Lifschitz haya nombrado a Perotti, en reiteradas oportunidades, como el candidato a vencer. En esa estrategia se encierran dos hipótesis. La primera es que al socialismo le conviene enfrentar al peronismo porque en la pelea del "voto útil" puede pescar en más lagunas que su rival. La segunda es que la polarización saca a Cambiemos definitivamente de la cancha, lo convierte en un protagonista secundario y lo relega a ser un observador de la realidad en la disputa final.
En esta línea, la elección de este domingo, además, refleja un fuerte retroceso del Gobierno en una de las provincias más importantes para la estructura política .
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