Tras la llegada de los efectivos, el joven describió al supuesto agresor como un hombre vestido de negro, con zapatillas grises y barba larga. La Policía, en conjunto con la madre del menor, inició la denuncia correspondiente y comenzó a investigar, incluyendo la revisión de cámaras de seguridad del área.
Sin embargo, poco después, el joven admitió que no había sido víctima de un robo. Aseguró que había perdido el celular el viernes pasado y, temeroso de las consecuencias, decidió inventar la historia del robo. Tras esta revelación, las autoridades concluyeron con las actuaciones policiales.
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