Pablo Ventura, el último detenido en la ciudad de Zárate por el crimen de Fernando Báez Sosa, cometido el sábado pasado a la salida de un boliche en Villa Gesell, negó ante la Justicia haber estado en esa localidad balnearia, y dijo que no tuvo nada que ver con el homicidio, mientras que la autopsia determinó que la víctima sufrió un grave traumatismo de cráneo que le provocó la muerte en el acto.
Fuentes judiciales aseguraron que Ventura declaró durante 45 minutos ante la fiscal Verónica Zamboni, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6 de Villa Gesell, y en su indagatoria relató que estuvo en Zárate durante todo el fin de semana y que conoce a los otros diez detenidos en el marco de la causa porque juegan al rugby en un club de su ciudad y que con alguno de ellos tuvo alguna “diferencia deportiva”.
En la misma línea apuntó José María Ventura, padre del imputado, quien estuvo en la puerta fiscalía y dijo que la detención de su hijo "no tiene ningún sentido" y confiaba en su pronta liberación.
El joven, quien se hallaba alojado desde ayer en la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Villa Gesell, fue llevado esta mañana al despacho de la fiscal y, en presencia de su abogado Jorge Santoro, aceptó declarar y contestar preguntas.
Las fuentes aseguraron que Ventura dijo que no es rugbier, que practica remo en el Club Náutico de Zárate, que no estuvo en Villa Gesell y que nunca planeó fugarse: el padre explicó que tenían planeado "desde hace tiempo un viaje a Punta del Este", donde veranean desde hace tres años.
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