Taranto, quien durante el conflicto bélico se desempeñó como subteniente, acusó a los soldados identificados por las iniciales R.P. y E.R. de haber brindado declaraciones falsas que lo involucraban en hechos que, según sostuvo, nunca ocurrieron. Consideró que esas imputaciones afectaron su honor personal y el de quienes combatieron en las islas.
Según se detalla en la denuncia, las declaraciones de los soldados fueron utilizadas por la Justicia para sostener acusaciones infundadas. Aseguró que ambos ni siquiera formaron parte de la fracción bajo su mando y acompañó su presentación con documentos que, según explicó, prueban las “múltiples falsedades” cometidas en su contra.
El veterano recordó que la primera acusación hacia su persona surgió en 2007, impulsada por integrantes del Centro de excombatientes Islas Malvinas (CECIM La Plata) a través de un medio de comunicación. Ante ello, se presentó voluntariamente en Comodoro Py para ser investigado, resultando sobreseído con sentencia firme gracias a numerosos testimonios de oficiales, suboficiales y soldados de su unidad.
En esta nueva denuncia, Taranto aportó como pruebas documentos fechados en 1982, donde los soldados denunciados mencionan quiénes fueron sus jefes durante la guerra sin hacer referencia a su nombre.
“Sin embargo, a 30 años de finalizada la guerra, cambian la versión de los hechos, mencionando por primera vez a Jorge Taranto sin acusarlo de nada concretamente. Los roles de combate que mencionan los ex soldados pertenecen a una sección de tiradores de una compañía de infantería y no a la sección apoyo a cargo de Taranto”, se afirmó en la presentación judicial.
El veterano cuestionó el accionar judicial en este proceso. “Esto ocurre porque los distintos actores de la justicia, hasta ahora, nunca pidieron asesoramiento a especialistas, y cada uno de ellos se erige en conocedor de la guerra en un crudo desmedro de lo que ello significa”, planteó en su denuncia.
Y recordó: “Los únicos que tienen la potestad para sancionar tanto en la paz como en la guerra son los jefes de subunidad o compañía; nunca un jefe de sección ni un jefe de grupo puede sancionar. Hay un ejemplo en el expediente, la primera acusación contra mí era haber estaqueado al cabo Héctor Manes por carnear una oveja. Ese suboficial declara en Río Grande, antes lo había hecho en Comodoro Py, y dice que yo no era su jefe, que no estuvo estaqueado y que sí fue sancionado por el Jefe de compañía con calabozo de campaña por cometer desobediencia, un hecho grave y más en una guerra".
Taranto también señaló la falta de acción por parte del fiscal. Afirmó que, pese a contar con prueba documental, el fiscal Marcelo Rapoport nunca inició una investigación por los presuntos falsos testimonios. Según indicó, uno de los denunciantes “es un denunciante profesional que ha faltado a la verdad y que siempre intentó conseguir réditos económicos, lo cual se acredita con documentos precisos que se presentan en esta denuncia”.
El veterano remarcó además que Rapoport mintió respecto a los testimonios. “En diciembre de 2024, argumentó que las declaraciones de estos soldados representaban nuevos hechos que justificaban la continuación de la causa, pese a lo que ya había dictaminado la Cámara de Casación Penal y la Corte Suprema de la Nación”.
Para el ex veterano, este planteo es falso, ya que los testimonios en cuestión habían sido presentados mucho antes. Aseguró que el fiscal no analizó a fondo las pruebas y que aceptó versiones contradictorias sin verificar su veracidad, lo que, a su entender, constituyó una violación a los principios básicos de la justicia y permitió que la causa avanzara sobre bases falsas.
Además de señalar el falso testimonio, acusó a Rapoport y a la ex jueza Herráez de ser cómplices en la manipulación de la causa, destacando que nunca se investigaron las irregularidades planteadas y que las acusaciones infundadas persistieron en su contra.
En su presentación judicial, subrayó que su objetivo no es solo limpiar su nombre, sino también “defender el honor de los soldados que realmente combatieron en Malvinas”. Según planteó, las denuncias falsas no solo lo perjudican a él, sino a todos quienes participaron en la guerra, generando una distorsión en la memoria histórica.
Finalmente, Jorge Taranto solicitó diversas medidas de prueba, la comparecencia de testigos y pidió que se realice una revisión médica a uno de los denunciantes, quien habría alegado una herida de combate que, según sostiene, fue autoinfligida.
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