La mercadería se trasladaba en un vehículo marca Peugeot 307 proveniente de Ciudad del Este, Paraguay.

Inicialmente los ciudadanos argentinos que se encontraban en el automóvil habían declarado que no traían nada para declarar —sin embargo, la pericia de los

agentes aduaneros constató que ello no era cierto, cuando llevaron a cabo revisiones exhaustivas.

En este contexto por infracción al régimen de equipaje los responsables de nacionalidad argentina que conducían el vehículo podrían caberles una multa de $18 millones.

La cantidad y variedad de la mercadería permite presumir que estaba siendo importada con fines comerciales, el valor estimado de las mercaderías descubiertas

asciende a $6.000.000, por lo cual excedía ampliamente la franquicia contemplada en

el mencionado régimen de equipaje para ingresos por vía terrestre, de USD 300 por persona.