Fm Fuego conversó con Alejandra Sobino, integrante y representante de la fundación Pañuelos Amarillos Tolhuin, quienes luchan contra el abuso infantil y dan visibilidad a esta aberrante problemática en la localidad.

Aseguró que “seguimos trabajando en la localidad, fin de semana por medio hacemos un plantón de pañuelos y carteles en las plazas principales” y afirmó que la intención es que se siga visibilizando la problemática del abuso sexual infantil en la localidad “estamos trabajando también activamente en las redes sociales para que tenga mayor difusión”. En este caso “difundiendo los números de causa que están vigentes en la localidad que actualmente son 3”.

Solicitó a la población “que nos acompañen, que nos ayuden y se solidaricen con nosotros. Esto es algo que le puede pasar a cualquiera” y enfatizó “necesitamos que Tolhuin realmente se comprometa en una lucha ferviente contra el abuso sexual infantil”.

“Nosotros hacemos manifestaciones pacíficas. Marchamos por las calles, hacemos plantón de carteles o pañuelos, siempre tratando de visibilizar de forma civilizada, no nos interesa ir al choque con nadie. Sólo buscamos que Tolhuin empiece a tomar conciencia de que el abuso sexual infantil en la localidad existe” manifestó.

Expresó que “si hay alguna victima o alguna familia que está pasando por una situación delicada nos puede contactar, nosotros podemos desde nuestro lugar ayudar con total discreción”.

En cuanto al escrache que se produjo en los últimos días, por parte de un grupo de vecinos, a un imputado por abuso dijo que “tomamos conocimiento de que estaba en la localidad, nos comunicamos con la organización de Río Grande y nos brindaron información” y consideró que “se genera una situación que no es muy grata, por nuestra parte tratamos de comunicarnos con la dueña de casa para saber si ella estaba al tanto de la situación de esta persona. Cuando pudimos hablar con ella, no estaba al tanto de la denuncia que recaía sobre él, se generó una situación muy complicada”.

“Todas estas cosas sacan lo peor de uno. Como madre o padre cualquiera se puede poner así de mal. Nosotros esa vez no nos hicimos presentes, pero tratamos de dialogar con la dueña de casa poniéndola al tanto de lo que sucedía” concluyó.