En una nota para FM Fuego, Burgio expresó su angustiante situación junto a sus hijos, señalando la falta de respuestas y la ausencia de un eco favorable por parte de la justicia en su caso. “El 5 de julio 2020 mi hija Agustina Barría con 16 años fue cumpleaños de su amiga Nair Chedrese junto a Maia Chebel. Alrededor de las dos o tres de la mañana, la llamó Thomás Saavedra, quien es el violador y abusador de mi hija. La invita a ir a la casa de él y que la lleven a mi hija, tenían todo ya programado para darle un vaso de alcohol con pastillas y violarla”.
"Mi hija tenía 16 años, era virgen y nunca había tenido novio. Las barbaridades que le hizo ese chico fueron horribles. En 2020, realicé la denuncia en el juzgado, pero mi hija se suicidó hace un año y medio, y aún estoy esperando que hagan algo. No están haciendo absolutamente nada, y no me voy a mover de acá, del juzgado, hasta que me den una solución. Esto es una burla", relató sobre el hecho que denuncia.
En esa línea, señaló que la joven a quien denuncia como entregadora, fue convocada a declarar en cinco ocasiones y no se ha presentado, “Ya cinco veces que la citaron para declarar y no aparece, se da la fuga, ahora se fue a Córdoba, cómo es esto, una tomada de pelo, ella es la cómplice, la que entregó a mi hija para que la violen, ya no sé qué hacer”, lamentó. “Me cansé, me cansé de que se burlen, que se rían de mi hija, de mí, que se murió mi hija, se suicidó mi hija por una violación”.
A continuación sostuvo, “El número de la causa de mi hija es 38086 y se tramita en el juzgado de Instrucción número 1. El fiscal de la causa, Ariel pino, solo me dice que tengo que esperar un juicio. ¿Y juicio de qué? Porque no me informan de nada. Esa la única respuesta que me dan. Vengo todos los días a molestar, caminando desde mi casa hasta el juzgado. Hasta que no metan presos a estos dos, yo de acá no me voy a mover. Quiero justicia por mi hija.”
“Sí, doy nombre, apellido, todo; no tengo miedo a nada porque perdí lo más valioso, que es un hijo. Creo que cualquier madre o padre entiende lo que significa tener un hijo y que le pase algo así a una criatura de 16 años recién cumplidos. Es demasiado. Y para mí, el hecho de estar viva y de pie es porque quiero justicia para ella”, expresó Burgio.
En cuanto a como se enteró de lo sucedido, relató: “Mi hija me contó. Le habló a sus mejores amigos y a su mejor amiga. Estuvo tres años en depresión, con psicólogos y psiquiatras. No pudo soportar la presión; tenía pesadillas todas las noches y no podía dormir. Me decía: ‘Mamá, tengo miedo, ayúdame’. Era un montón de cosas y situaciones. No aguantaba en su cabeza todo lo que le hizo ese chico. No quiero mencionar los detalles porque son muy aberrantes y pueden haber niños escuchando”, dijo durante la nota en la radio.
Y recordó, “El día del cumpleaños, yo la llevé y le dije a mi hija que me avisara cuando la iba a buscar. Siempre la buscaba y la llevaba a todos lados, a ella y a sus amigas. Me preocupaba por ellas para que no les pasara nada, y las propias amigas, amigas desde el jardín, que iban juntas a la escuela, la entregaron por una bolsa de droga para que la violaran. Es inaceptable. Quiero que Maia Chebel y Thomás Saavedra estén presos, que los metan en la cárcel, o que traigan a Maia de Córdoba, porque se fue.”
“Es que nadie se pone en mi lugar como madre, y no hay empatía. La gente piensa que esto no le puede pasar a nadie. En este pueblo hay mucha impunidad. Cuando denuncié, estaba el juez Césari Hernández, quien encajonó el expediente. Después de que lo echaron, sacaron todas las causas a la luz. Pero como vengo a molestar todos los días, tuvieron que mover el expediente y ahí empezaron a trabajar, pero no me dicen nada”, indicó la mujer.
Consultada su tiene comunicación con los padres de los denunciados comentó, “No tengo ninguna comunicación. El padre de Maia, Mariano Chebel, me amenazó de muerte, así que imagínate qué tipo de comunicación tengo. Estoy esperando a que vengan a matarme. Me mandaron a avisar con una persona que me iban a dar un tiro en la sien, algo así”.
En cuanto al presunto abusador indicó que vive Río Grande, “Tiene una peluquería entre Perito Moreno y 9 de Julio y San Martín. Es barbero y tiene su propia peluquería. Es la primera vez que sucede algo así en Tierra del Fuego, que una persona es violada, abusada y se suicida. Este chico no es la primera vez que hace esto, también viola a pibes. Es muy aberrante todo esto”, y aclaró, “No tiene denuncias formales pero hizo lo mismo con otras chicas que no se atreven a denunciar, chicas de 14 y 15 años. Le atraen las chicas de 12 a 16 años, y él tiene 28.”
En cuanto a las pruebas, Marcela Burgio dijo, “Tengo audios donde se cuenta todo. Hay una chica que se quebró y contó la verdad. Esa chica está acá en Río Grande, se llama Mayra Ramírez. Entregué los celulares de mi hija y todas las pruebas. Mi hija dejó todo”.
“Mi hija nunca volvió a ser la misma después de eso. El día que la violaron, se quedó en una cama y no pudo levantarse más. No podía salir, no podía ir a la escuela, no podía juntarse con amigos. Estuvo tres años encerrada en casa. Yo solo iba al supermercado a comprar lo que necesitaba y nada más. Esa fue mi vida durante tres años. Viví para mi hija”, expresó.
Frente a la perdida de Agustina, sostuvo, “Mis tres hijos están muy tristes, muy angustiados, muy depresivos. La única menor era Agustina, que tenía 16 cuando le pasó lo que le pasó y se suicidó a los 19.”
“La situación es muy difícil, estamos realmente mal. Solo quiero justicia por mi hija, justicia para Agustina Daniela Barría, causa 38-086. Exijo que se haga ya, porque no quiero que estas personas sigan por la calle arruinando la vida de nadie más”, concluyó Marcela Burgio.
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