Renacer es un grupo de padres y madres que han sufrido la perdida de sus hijos y buscan brindar apoyo a quienes se encuentren atravesando por la misma situación. Eduardo López, integrante de la agrupación se refirió a los trabajos que realizan en conversaciones con Fm Fuego.

Afirmó "somos un grupo de padres y madres que perdimos hijos y que encontramos en el grupo la posibilidad de ver que es posible continuar con la vida. Es una circunstancia sumamente compleja de atravesar y nuestro grupo es una herramienta para ello, a todos nos une un dolor muy profundo, pero no es el final de nuestras vidas".

El objetivo es “dar el mensaje de que no termina la vida con la muerte de un hijo, mostrar que hay padres que pasaron por lo mismo y que han podido, de algún modo, reencausar su vida y resurgir. Es un punto trágico, pero no final”.

Comentó “compartimos experiencias, nos escuchamos y estamos muy atentos a los padres y madres nuevos que están comenzando a recorrer este camino para extenderles la mano”.

En el marco de la pandemia “se nos complicó mucho, porque veníamos reuniéndonos miércoles por medio a las 7 de la tarde en el Padre Zink con mucha continuidad. Ahora, ya no podemos hacerlo, pero nos comunicamos a través del grupo de WhatsApp, la página de Facebook (Grupo Renacer Río Grande) o vía Zoom” y añadió “siempre existe la posibilidad del contacto directo por teléfono”.

López detalló “el grupo es totalmente desestructurado. No hay autoridades, ni simbolismos políticos ni religiosos, simplemente somos papás que tratamos de darle un sentido al dolor para no convertir a nuestros hijos en nuestros verdugos, poder seguir con una vida digna”.

“La idea es acercarnos a los padres y madres que no nos conocen para que tengan la posibilidad de ver esta forma de encarar la tragedia” expresó.

Aseguró “buscamos hacerle saber a aquel papá que esté atravesando este dolor tan grande, que hay otros que también lo pasaron y podemos escuchar y compartirle nuestra experiencia, dándole la posibilidad de ver que hay una vida después de la muerte de un hijo”.

"Se puede volver a sonreir y estar contento, pero al principio es algo muy oscuro. Nosotros tratamos de darle una mano al que peor está" concluyó.

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