“De por sí ya estaba complicada la situación porque la verdad hacía rato que no pasábamos unas fiestas tan tranquilas y con pocos ánimos de festejo. Si uno le pregunta a cualquier comerciante sobre las últimas fiestas que pasaron, las ventas fueron muy pobres y desde ahí venimos en picada. Pero no solo eso sino que ahora los costos nos están subiendo un montón”, expresó el referente de los almacenero.
En ese sentido, ahora hizo mención de las repercusiones sobre el incremento a la tarifa de gas, “En algunos casos hemos visto un aumento en 1100% pero la mayoría de lo que es comercio más o menos en un 1600%, es una locura, algo que no se puede sostener”.
Y ejemplificó la situación con el caso de un lavadero apostado en el barrio de Chacra II, “Pasó de $5800 que tenía más o menos a $92.000 y el consumo es el mismo, yo creo que no hay pyme y negocio que aguante. Esto atenta contra todo tipo de comercio. En el caso de mi negocio tenemos muy poca calefacción y quizás pueda resistir pero, como se hace en el caso de una peluquería que tiene que tener un ambiente cálido, ¿cuánto te tiene que cobrar el corte de pelo?, creo que acá ni va a quedar nadie, no hay manera de sostener un comercio”.
“Si querés practicar un deporte, cuanto les va a venir y cuanto te van a terminar cobrando los complejos deportivos, como un cancha de futbol o de paddle, espacios que tienen que tener calefacción, nadie va a poder estar de pie”, cuestionó en ese sentido.
“Esto hay que revertirlo de alguna manera porque ya de por si a los comercios les está costando mucho mantener a sus empleados, que para nosotros no son un numero más como en las grandes empresas, nosotros somos compañeros de trabajo. Nos cuesta tener que llegar a decir va a tener que venir menos horas porque no hay como pagar”, añadió el comerciante.
En cuanto a cómo repercute en los clientes, Schreiber, “Pasa también en las relaciones con los vecinos, uno también le tiene que dar una mano al vecino porque no llega. Esto es un ida y vuelta, pero el tema es hasta cuándo vamos a poder aguantar, porque la verdad que veo todo muy negro, no le veo salida porque venimos de una caída constante de las ventas. De vender una gaseosa de primera marca pasamos a vender un jugo en sobre, de que te queden $500 para salvar los costos a que te queden $50”.
“Están diciendo que bajaron los precios pero en realidad lo que está pasando es que mucha mercadería se está venciendo y hay que hacer promociones, que está bien aprovechada por la gante, pero tampoco podes comprar mucho porque se vencer y la tenés que tirar. La realidad es que no va a bajar porque si todos los costos para producir aumentan, es imposible que baje la mercadería”, argumentó.
Finalmente Luis Schreiber, referenció, “Como quien dice están pasándose a la clandestinidad, a realizar el mismo trabajo pero sin pagar ningún tipo de impuesto, pero esto sabemos que a la larga nos afecta a todos; al gobierno que recauda menos y a nosotros con la competencia desleal. No es nada bueno que ocurra esto”.
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