Respecto a la antigua aplicación, Eva Mansilla detalló: “La Fe de Vida tuvo distintas formas de aplicarse pero el fin en sí mismo era poder hacer un seguimiento del beneficiario, ya sea de jubilado o pensionado de Anses. La idea era saber si esa persona no estaba fallecida y había que hacer un trámite para demostrar esto”.
La fe de vida había sido suspendida transitoriamente en el primer tramo del aislamiento social, pero volvió a ser solicitada con algunas excepciones que tomaron las entidades por razones de edad o disponibilidad de información.
“Con la pandemia algunos bancos ya habían empezado a digitalizar este trámite, en particular el Banco Nación, a hacerlo más sencillo y al alcance o por lo menos durante ese periodo suspender el trámite de Fe de Vida”, expresó.
La nueva norma 27.721 fue publicada el 17 de julio en el Boletín Oficial y comenzó a regir ayer martes.
“Ahora lo que se hizo con esta resolución que se firmó es directamente no hacerlo más”, y aclaró: “Anses no es el ente que aplica en la actualidad la Fe de Vida, esto lo hace cada banco de los beneficiarios y beneficiarias, es el encargado de decirle a la administración nacional (anses) como va a demostrar que esa persona continua siendo titular de su beneficio y no se encuentra fallecido”.
“Es decir que este trámite ya no depende de los jubilados sino del banco de cuál será la modalidad a aplicarse. Por dar un ejemplo, pueden ser movimientos con compras de débito o crédito, eso ya lo tiene que garantizar el ente bancario”, especificó Mansilla.
Para cerrar, la titular de ANSES UDAI de Río Grande, dijo: “Ya se hacia el tramite con los bancos pero ahora que queda suspendido, ya no tienen que hacer nada, la idea es facilitarle un poco la vida a los beneficiarios y sumarle esa responsabilidad a los entes bancarios”.
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