Los sindicatos franceses anunciaron hoy, jueves 9 de febrero, una huelga con movilización para el próximo 7 de marzo, al término de las vacaciones escolares de invierno, en rechazo a la reforma jubilatoria impulsada por el presidente, Emmanuel Macron.

"Habrá una gran jornada el 7 y una iniciativa especial el 8 con motivo del Día Internacional de la Mujer", indicó a la agencia de noticias AFP el secretario nacional del sindicato CFDT, Yvan Ricordeau.

El anuncio llega dos días antes de nuevas movilizaciones que se anuncian masivas.

Los ocho principales sindicatos de Francia quieren la retirada de las dos principales medidas de la reforma de las pensiones de Macron: el retraso de la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y el aumento, en 2027, del período de cotización de 42 a 43 años para cobrar una pensión completa.

Según los sondeos, dos de cada tres franceses se oponen al proyecto y así lo han demostrado en las calles del país, donde el 31 de enero se movilizaron entre 1,27 y 2,8 millones de personas, en la mayor protesta contra una reforma social en tres décadas.

La tercera jornada de huelga y manifestaciones el pasado martes registró no obstante una caída de la participación (entre 757.000 y casi 2 millones de personas), en plenas vacaciones escolares de invierno en varias regiones.

Las manifestaciones previstas el próximo sábado se anuncian en cambio masivas y servirán para medir el alcance del rechazo al proyecto, que actualmente está bajo examen de la Asamblea Nacional, la Cámara Baja del Parlamento.

Antes de la del 7 de marzo, los sindicatos ya convocaron otra jornada de huelga y protestas el 16 de febrero.

Pese al rechazo popular, el Gobierno se niega a dar marcha atrás y apeló a un procedimiento que dice que, si a fines de marzo ninguna de las dos cámaras del parlamento avanza con el tratamiento del proyecto, la medida saldrá como un decreto con la firma del Presidente.

Macron considera necesaria la reforma para evitar un futuro déficit en la caja de las jubilaciones y para acercar la edad de jubilación en Francia -una de las más bajas de Europa- a la de sus vecinos, en un contexto de mayor esperanza de vida.